Acuse de recibo
El pasado 4 de mayo, desde el reparto Villanueva en el municipio habanero Boyeros, Carlos Manuel Montó Fernández contó aquí que hacía casi dos años que esperaba por certificaciones de nacimiento solicitadas en el Registro Civil de ese territorio.
«Por error de ellos, decía, al digitalizarlo pusieron Santiago de las Velas en lugar de Santiago de las Vegas. Después de casi año y medio me pidieron el teléfono y prometieron que me llamarían cuando estuviera resuelto el problema. Hace seis meses de esto. ¿Hasta cuándo un ciudadano debe esperar a que una institución cumpla sus funciones?», preguntaba Montó.
Y este redactor comentó: «Ni la digitalización ni todas las tecnologías que sobrevengan resolverán la agilidad y calidad de un servicio, allí donde los seres humanos no pongan todos sus sentidos y su talento en la diaria labor».
Y responde Yurais Álvarez Morales, directora provincial de Justicia en La Habana, que Montó fue entrevistado por Galia Torres Pérez, especialista de Atención a la Población de esa institución, quien corroboró que «existió un actuar descuidado y negligente de la trabajadora del Registro del Estado Civil de Boyeros en el cumplimiento de los términos y en la explicación necesaria por parte de los funcionarios del Registro».
Se solicitó a la Dirección Municipal de Justicia de Boyeros, añade, la aplicación de medida disciplinaria de traslado temporal a otra plaza de menor remuneración o calificación, o en condiciones laborales distintas por un período de seis meses, con derecho a reintegrarse a la que antes ocupaba, a la técnica jurídica auxiliar que atendió en reiteradas ocasiones al solicitante.
Y lo solicitado por Montó «se cumplió con rapidez una vez publicada la queja, lo que demuestra que la demora en su atención fue totalmente injustificada».
Agradezco la respuesta e insisto en lo de siempre, ante historias similares: ¿Cómo es posible que durante tanto tiempo esa técnica jurídica haya tenido «un actuar descuidado y negligente» y sus superiores no lo detectaran?
¿Por qué no se cumplió «con rapidez» en su momento, y se hizo cuando se reveló la queja aquí?
José Subit Cruz, desde la comunidad rural Pico Blanco del municipio villaclareño de Manicaragua, denuncia un problema que hace mucho tiempo padecen allí los pobladores: los animales sueltos que tanto daño hacen. Aunque se han dado quejas en las asambleas de rendición de cuentas del Poder Popular y por otras vías, no hay quien le ponga freno.
«El Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, afirma, hizo un llamado para que cada ciudadano que pueda cultivar alimentos en una parcela en el patio de su casa, lo haga para así contribuir a mejorar la producción de alimentos. También la máxima dirección de Villa Clara convoca a quien pueda sembrar su pedacito de tierra que lo siembre. Pero lamentablemente en Pico Blanco es imposible por el desorden que hay con los animales sueltos.
«Esto es un desastre que tiene solución, pero hasta ahora continúan los animales sueltos haciendo daño en siembras, patios y jardines. También en aceras y calles de la comunidad se puede ver la porquería por donde quiera. Barren la calles hoy y al otro día están igual. También hacen daño en las áreas cafetaleras del Estado».
Añade que agradecería infinitamente al organismo del Estado que debe controlar este problema que llegue a la comunidad y converse con el pueblo, pregunte si lo dicho aquí es cierto o falso. «Se darán cuenta del disgusto de la población, dice. Se corre el riesgo de un accidente, principalmente con los niños de la escuela. Sucede de día, y se agrava más de noche. Respondo por lo escrito».