Acuse de recibo
Verónica Grillo Bueno (calle 10 no. 36, bajos, entre 1ra. y 3ra., Vedado, La Habana) cuenta que ella y su esposo, jubilados, tienen una licencia como arrendadores de vivienda, para rentar una habitación. Y cumpliendo con las normativas más recientes para los trabajadores por cuenta propia, se dirigieron a la sucursal del Banco Metropolitano sita en Línea, entre Paseo y A, Vedado, para cumplir con el requisito de la cuenta fiscal.
«Sabemos que debemos depositar en CUP el equivalente de dos cuotas de la licencia que pagamos mensualmente en CUC. Creíamos que podíamos abrir otra en CUC para depositar el 65 por ciento de los ingresos, pues los turistas extranjeros nos pagan en esa moneda. Pero la abogada que nos atendió nos dijo que no, que tenemos que depositar ese 65 por ciento en CUP», refiere.
Sin embargo, una amiga que también renta en su vivienda les dijo que ella abrió dos cuentas: la de CUP y otra en CUC, para el 65 por ciento de los ingresos, en el Banco de 23 y 8, en el propio municipio de Plaza de la Revolución.
«Nos preguntamos, afirma: Si cumplimos con lo establecido pagando una licencia mensual en CUC más el diez por ciento de las ganancias al Estado, ¿por qué debemos, de lo que queda, cambiarlas para CUP al depositarlas, y al extraerlas, volver a cambiar para CUC y perder dinero?».
Lo que confunde y preocupa a Verónica y su esposo «es que hay bancos que aceptan eso: es decir, una en CUP y otra en CUC; y otros dicen que eso no puede ser».
Y Tomás Díaz Guerra (Ricardo Trujillo 17, Colón, Matanzas), trabajador por cuenta propia también, relata que cumpliendo lo establecido, abrió su cuenta fiscal en la sucursal del Banco Popular de Ahorro en esa localidad.
Ha hecho dos depósitos (enero y febrero). Pero el inconveniente es que para traspasar ese dinero a la tarjeta magnética, directamente con la especialista comercial, tiene que hacer dos colas: la del depósito en caja y la otra para ver a la especialista. Y como a veces esta última está ocupada atendiendo otro cliente, el proceso se dilata.
Luego de contar los hechos, Tomás sugiere:
«¿Por qué no se puede pasar automáticamente el depósito de la cuenta fiscal a la tarjeta magnética, reservando las dos cuotas mensuales que establece la Resolución, sin tener que ver a la especialista? Me ahorro tiempo yo, que lo necesito para atender mi negocio, y también la especialista, que dispone de más tiempo para atender otros clientes».
De paso, Tomás quiere reconocer la profesionalidad y amabilidad de dicha especialista, y el buen trato que predomina en ese banco, por parte de todos sus trabajadores.
En medio de la Jornada por el Día de la Prensa, César del Toro Coca (Prolongación de San Fermín, Edificio 13, apto. 5, entre Avenida Martí y Yarayo, Santiago de Cuba) quiere reconocer y agradecer a la colega Maray Suárez Rodríguez, reportera del Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
Precisa que vio la luz al final del túnel cuando le escribió a Maray, contándole que no podía acreditar los salarios devengados durante cinco años en la extinta Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el deporte de Santiago, al destruirse la tarjeta SNC 225 durante un incendio ocurrido. Y ello le impedía iniciar los trámites de jubilación. Un vía crucis que sufría desde octubre de 2017.
Y Maray asumió su carta en la emisión del Noticiero del Mediodía del 21 de septiembre de 2018: «Observé cómo de manera magistral y profesional expuso con lujo de detalles, apoyándose en la documentación existente, fotos de los lugares adónde me había dirigido.
«Pasados 15 días, fui citado al Rectorado de la Universidad de Oriente, donde me explicaron todas las acciones que realizarían…y así me fue entregada la documentación el 8 de octubre de 2018. Por los resultados satisfactorios que tuve en mi proceso de jubilación, llegue a la periodista Maray Suárez Martínez mi respeto y admiración por el profesionalismo periodístico mostrado», concluye César.
Y este redactor se congratula de ser portador del reconocimiento a Maray, excelente reportera, y, por sobre todas las cosas, un encanto de persona. A ella mis felicidades también.