Acuse de recibo
Osmel Feria Martínez (calle Camilo Cienfuegos no. 18, Levisa, Mayarí, Holguín) contaba aquí el pasado 4 de noviembre que el 31 de octubre de este año tenía fuertes dolores de cabeza, y fue a ver a la doctora de la familia, quien le indicó un tratamiento y que se hiciera una placa de rayos X.
Al siguiente día, precisó, se personó en el policlínico de Levisa, y le explicaron que el equipo de rayos X estaba roto, al tiempo que lo remitieron al policlínico 26 de Julio, de Mayarí.
Cuando arribó a este, la técnica de rayos X le dijo que, como era de Levisa, no podía atenderle. Osmel se dirigió a la directora del centro asistencial, quien le expresó lo mismo que la técnica. E incluso llegó a expresarle que quizá hasta era falsa la indicación que él llevaba.
«Cuando una persona necesita atención médica, ¿debe atenderse solo en su área de salud específica?», preguntaba, y pedía que le digan si él estaba equivocado. «¿Qué hago mientras se arregla el equipo de rayos X de Levisa?», insistía.
Al respecto, responde la doctora Katia María Ochoa Aguilera, directora provincial de Salud en Holguín que, de acuerdo con lo investigado, se evidenció que la doctora de la familia atendió a Osmel, y le diagnosticó una sinositis, con indicación para el tratamiento.
Pero, subraya, hubo falta de información por parte de la dirección del policlínico, y por el Grupo Básico de Trabajo al médico de la familia, sobre el fallo técnico del equipo de rayos X, así como con lo relacionado con la reorganización del servicio en otra unidad asistencial.
Refiere que se verificó que la licenciada del servicio de rayos X del policlínico 26 de Julio, de Mayarí, no realizó examen al paciente, y no propuso una solución, teniendo cobertura para radiografías.
Se constató, añade, que la directora del policlínico 26 de Julio condujo al paciente para garantizar la realización del examen indicado por el médico de la familia, independientemente de que perteneciera a otra área de salud.
Informa que el equipo de rayos X del policlínico de Levisa, luego de humedad por intensas lluvias, el 30 de octubre comenzó a dar fallos eléctricos, y el 1ro. de noviembre quedó solucionado.
El 5 de noviembre, agrega, se realizó el examen al paciente en el policlínico de Levisa, fue revaluado por su médico de familia y se mantuvo el tratamiento indicado.
Finalmente, se declara la queja con razón, pues falló la atención e información oportunas al paciente en diferentes niveles del sistema. Y por todo ello, al director del policlínico de Levisa se le aplicó una amonestación pública ante el colectivo. A la directora del policlínico de Mayarí, una democión definitiva del cargo; a la licenciada del policlínico, un traslado a otra plaza de menor remuneración y bajo condiciones laborales distintas por un año. A la subdirectora de Asistencia Médica del municipio se le propuso una amonestación ante la Comisión de Cuadros del gobierno municipal.
Se le ofreció respuesta a Osmel, quien mostró conformidad y gratitud por la atención brindada.
Agradezco la respuesta, pero lo más importante de esta historia es la lección que deja: jamás, en cualquier circunstancia, un profesional de la salud en Cuba puede negarse a asistir a un paciente, en un país que defiende el derecho universal a la atención médica.