Acuse de recibo
Héctor Martínez Castillo (Avenida 43 No. 1913, Cienfuegos) cuenta que infructuosamente ha dirigido quejas al Instituto de Planificación Física por medio de su sitio web, con denuncias sobre malos métodos e incumplimiento de las regulaciones de esa entidad en su provincia.
«¿Qué sentido tiene un sitio web, cuestiona, desde el cual no se puede acceder a sus directivos nacionales, a los cuales he denunciado actos que violan las normas de ese organismo, si un ciudadano queda inconforme con la respuesta que emiten las instancias provinciales, y quiere una segunda opinión de los directivos nacionales sobre documentos rectores que han sido violados, y no responden?
¿Cómo es que se retroalimenta ese organismo de los problemas en la base?, pregunta, y plantea que en este año ha realizado dos denuncias, y desde el sitio le dieron acuse de recibo como alta prioridad. Han pasado más de 60 días y no ha tenido respuesta. El 1ro. de octubre de 2018 envió otra queja por correo electrónico a Atención a la Población, y ni le dan acuse de recibo.
«Ocultando los problemas al presidente de esa institución, y sin siquiera someterlos al criterio especializado de los directivos que tienen que ver con el tema, y enviando las quejas a los gobiernos provinciales, según ellos por estar subordinados administrativamente a ellos, dejan en manos de estos últimos el análisis de problemas que les corresponde a ellos revisar y dar adecuada respuesta a sus ciudadanos», concluye Héctor.
El pasado 15 de julio, Andrés González Paz denunció que, con más de 15 años en el central villaclareño Carlos Baliño, como ayudante de soldador, y laborando en la zafra azucarera 2016-2017, cuando se inició la de 2017-2018 pusieron en su puesto a alguien que nunca había laborado en el central; mientras que a él le dijeron que tenía que esperar otra ocupación.
«Hasta hoy no me han dado trabajo ni respuesta alguna. Y por ello me quitaron el derecho a la prima que dieron después de haber hecho la zafra 2016-2017, sin tener ausencias ni sanción de ningún tipo. Ya tengo 60 años, quiero, y necesito seguir trabajando en mi plaza, para cuando tenga edad de jubilación retirarme sin problemas», refería Andrés.
La respuesta de Antonio A. León Mursulí, director de Capital Humano del Grupo Azcuba, recibida el 22 de octubre, explica que la etapa fundamental de un central azucarero es la zafra; y en el período en que no hay zafra se reubican a los trabajadores de acuerdo con las tareas previstas: se prioriza a quienes tienen contrato por tiempo indeterminado, y quienes ocupan puestos fundamentales.
Sobre Andrés, añade que laboró en el Carlos Baliño desde el 2 de diciembre de 1981 hasta junio de 2006, cuando se trasladó para la UEB de Servicios Especializados y Comercio y Gastronomía del Poder Popular de Santo Domingo, donde permaneció hasta octubre de 2013.
Entonces, por déficit de fuerza laboral en puestos básicos para la zafra, se solicitó apoyo al Partido y al Gobierno del territorio, para reincorporar a extrabajadores azucareros. Y Andrés se reincorporó, sin perder el vínculo con su centro. Firmó contrato por tiempo determinado. Y en las zafras 2014-2015, 2015-2016 y 2016-2017 se mantuvo contratado por tiempo determinado como puntista.
En septiembre de 2016, dice, se contrató en igual condición como operador de equipos auxiliares. Al concluir esa zafra se le propuso continuar en el período de reparaciones, contratado por tiempo indeterminado. Y dijo que si no había plaza de ayudante de soldador no aceptaba. Y al comenzar la zafra 2017-2018, lo visitaron varias veces para contratarlo como puntista. Se negó, alegando molestias porque no lo contrataron como ayudante de soldador en las reparaciones.
Señala León que, según Resolución 138/2017 del Ministerio de Finanzas y Precios, tienen derecho a la distribución de utilidades los trabajadores que laboren al menos seis meses en el año a evaluar. Y a Andrés no le toca lo correspondiente a 2017, pues solo trabajó cinco meses de ese año.
«Todo ello fue explicado a González Paz, quien, a pesar de la fundamentación y las evidencias mostradas, no quedó conforme», concluye el director de Capital Humano de Azcuba.