Acuse de recibo
«He reclamado mis derechos después de cumplir mis deberes y no recibo respuesta alguna después de tanta paciencia y disciplina», afirma Francisco Antonio Benítez Borges, residente en Hernán López 17, entre Pancho Jiménez e Ismael Saure Conde, en la ciudad de Sancti Spíritus.
Francisco es trabajador del Inder, y como tal cumplió misión de colaboración en Venezuela durante 28 meses, hasta el 31 de marzo de 2017. Y escribe, porque la Empresa Cubadeportes, del Inder, dejó de depositarle 870 CUC en la tarjeta magnética de su cuenta personal, incumpliendo con el contrato de trabajo que él firmó en Cuba antes de su partida al hermano país.
En balde el colaborador ha solicitado en tres ocasiones el registro histórico de su cuenta, para ver si han saldado su deuda. Y cada operación de estas le ha costado cinco CUC. Ha hecho su reclamo desde 2015, cuando vino de vacaciones en medio de la misión.
«Hasta la fecha no recibo respuesta alguna por parte de mi provincia ni de Cubadeportes. ¿Cuánto tiempo más debo esperar? ¿Hasta cuándo es el irrespeto del pago al trabajador? ¿Se estarán riendo de mí? ¿Habré sido un fantasma en el cumplimiento de mi misión? Aún así, continuaré mi labor profesional con calidad, siempre al servicio de nuestra Revolución», concluye Francisco.
Situación similar sufre Roberto Begerano Prats, también colaborador del deporte que cumplió misión en Venezuela, y residente en calle 57 no. 427, entre 4 y 6, en la ciudad de Cienfuegos.
Relata Roberto que lleva dos años reclamando parte de los ingresos ganados en Venezuela (cinco meses) a Cubadeportes, quien ha hecho oídos sordos. Asegura que no son pocos los colaboradores del deporte a quienes se les debe. Y precisa que desde su provincia se han hecho gestiones, pero todo sigue igual. Nadie responde.
Y Noel Álvarez Rodríguez (Edificio 22, apto. A-10, Poblado Vivienda, Majibacoa, Las Tunas), cuenta que en marzo de 2015 salió a cumplir misión en Venezuela como parte de la colaboración deportiva. Y pasados dos meses, conoció allá por otros compañeros que, por encima del importe que se les guardaba en la cuenta de ingresos aquí, se les pagaba la categoría científica mensualmente (20 CUC) mientras durara la misión.
Noel es Máster en Ciencias desde 2013. Y aunque ese dato aparecía en los documentos aportados para su expediente, tuvo que hacer la reclamación a través de un familiar en el Departamento de Colaboración de la Dirección Provincial de Deportes de Las Tunas.
La respuesta fue que el trámite era personal. Y cuando vino de vacaciones se personó en ese departamento el 7 de abril de 2016, y entregó los documentos que le acreditaban su categoría de Máster. Le tomaron los datos y le explicaron que depositarían en su cuenta lo establecido por ese concepto a partir de abril, y los meses anteriores debía autorizarlo Infomisión.
En abril de 2017 Noel culminó su misión. Y en el Departamento de Colaboración de la Dirección Provincial de Deportes le informaron «que aún no había respuesta de La Habana, a pesar de que habían despachado la reclamación cada mes». Y le depositaron en la cuenta los tres meses (de enero a marzo de 2016), desde que se había comenzado a pagar en las provincias.
Noel ha continuado visitando ese Departamento para saber el resultado de su reclamación, pero aún no ve la luz de la solución. Ha tratado de llamar a Infomisión, pero le dicen que no tiene teléfono ni correo.
«Los compañeros de Las Tunas siempre me han tratado bien, resalta, y me han mostrado los documentos en los que consta que mi reclamación fue elevada; pero por parte de la Dirección Nacional no hay respuesta, ni han depositado los 180 CUC que me deben por los meses de abril a diciembre de 2015.
«¿Por qué no me pagan lo que me he ganado con mi esfuerzo? ¿Por qué Infomisión no responde, si es un derecho constitucional que tengo? Si no me pagan, ¿dónde queda ese dinero?», concluye Noel.