Acuse de recibo
Desde el municipio habanero de Plaza de la Revolución, Yamilet Pérez López relataba aquí el pasado 3 de marzo su impaciencia e inconformidad con el lento tratamiento brindado por la Empresa Eléctrica de La Habana a daños provocados por esta última en sus equipos eléctricos.
Contaba Yamilet que el 19 de julio un camión de la Organización Básica Eléctrica municipal, realizando trabajos en su cuadra, levantó el mecanismo de volteo sin percatarse de la acometida eléctrica y partió los cables.
Así, la corriente de 220 pasó hacia la casa de Yamilet, y le averió el televisor y la máquina del refrigerador. Ella hizo las reclamaciones pertinentes, y ya el 4 de agosto le repusieron el telerreceptor. Y le indicaron que le avisarían cuando tuvieran refrigeradores para sustituirle el suyo.
Ya en noviembre ella llamó, y le dijeron que aún no tenían. Pidió una entrevista en Atención a la Población de la Empresa Eléctrica, y el 1ro. de diciembre le reiteraron que no tenían esos equipos, los cuales debe vendérselos Cimex. Y la solución sería entregar cheques por el valor equivalente al precio de los mismos en el comercio minorista. Sería para enero de 2017.
Yamilet llamó en enero y le dijeron que para febrero. Llamó el 20 de febrero y le informaron que para el 1ro. de mayo comenzarían a elaborar los cheques.
«¿Hasta cuándo el peloteo», cuestionaba Yamilet, y argumentaba: «Sigo sin refrigerador y dependiendo de varios vecinos por negligencia de un trabajador de dicha Empresa».
Al respecto responde Jesús Samón Leyva, director general de la Empresa Eléctrica de La Habana (EELH), que esa entidad tiene implementado en su sistema de Atención a la Población la reposición de equipos averiados por hechos imputables a ella. Y si bien la reposición del televisor fue rápida, en el caso de los refrigeradores la EELH no ha podido en el último año adquirir la totalidad de los equipos afectados —que generalmente son importados—, pues sus compras son directamente con las empresas mayoristas. Y actualmente no hay en existencia.
Por ello, precisa, la Unión Eléctrica (UNE) realizó una nueva revisión del procedimiento de Daño a la propiedad de los clientes, que contiene, entre las opciones de reposición, devolver al cliente a través de un cheque el valor del equipo dañado.
Afirma el funcionario que no debe considerarse «un peloteo» la postergación reiterada de la fecha de entrega de los cheques, pues «esto ha estado asociado a la implementación del nuevo procedimiento». E insiste en que «es necesario concientizar lo que significa la emisión de cheques a la población: Implica procesos contables, certificación de expedientes, convenios con el Banco, fijación de precios, mecanismos para la entrega de los cheques, sin excluir que es un procedimiento de nueva aplicación, que incluye además la capacitación y la preparación del personal que ejecutará esa tarea».
Y agrega: «No tenemos otra opción que hacerlo de manera paulatina para no incurrir en errores, por lo que le pedimos al cliente confianza en la gestión que hoy se está realizando. La Empresa está consciente de que dentro de los equipos pendientes de reposición el refrigerador es de primera necesidad. El nuevo procedimiento ya se está poniendo en práctica desde el 15 de marzo de 2017. Le ofrecemos disculpas por las molestias ocasionadas».
Agradezco la respuesta y el hecho de que se haya aprobado el nuevo procedimiento de reposición del valor del equipo mediante un cheque al portador, pues durante años la reposición de electrodomésticos dañados al cliente constituyó una larga agonía, dado que la UNE, aún con los recursos necesarios, no siempre podía acceder a las compras necesarias en el mercado mayorista.
Aún así, durante años sobrepasaban límites razonables la «confianza» y el «concientizar» de los clientes, quienes se han visto seriamente afectados por causas atribuibles a la UNE. Uno supone que la opción de la reposición del dinero al cliente mediante cheques puede ser un mecanismo más expedito y ágil, para lo cual la entidad se supone que se haya preparado con anticipación.
No obstante, los clientes dañados en sus equipos retomarán la «confianza» y deberán «concientizar» una vez más que se les hará justicia. Y ojalá que en lo adelante el nuevo procedimiento, luego de implantado con todos los mecanismos en acción, no perpetúe, con zancadillas y vericuetos burocráticos, la larga tradición de morosidad para con los derechos del consumidor.