Acuse de recibo
Comenzamos el año con una respuesta a la demanda efectuada aquí el 4 de octubre pasado por el santiaguero Karel Miguel Guerrero Betancourt (calle G, No. 153, altos, entre 4ta. y Avenida de Céspedes, Reparto Sueño), a nombre propio y de sus compañeros de trabajo.
Narraba entonces Karel Miguel que ellos, empleados de la Casa de la Música de la Egrem en la oriental provincia, se encontraban desde hacía varios meses en la extraña condición laboral de «interruptos», después de que cerrara en abril la citada instalación por deterioro de sus tuberías de desagüe.
Evocaba el remitente que les pagaron un mes al ciento por ciento, otro al 60 por ciento y de ahí en adelante cada quien para su casa sin salario ni más explicaciones. Y en este último punto se detenía el lector —y el periodista—, reclamando que los trabajadores tuvieran más participación real en el destino de su empleo.
Lo último que había sabido el santiaguero de su entidad era que, aunque ya estaba prácticamente lista desde el punto de vista constructivo, por decisión del Consejo de Dirección no abriría más, y los empleados serían reubicados.
A propósito contesta Irene Ortiz Díaz, directora de la UEB No. 5 de la Egrem en tierra santiaguera. Apunta Irene que ciertamente en el mes de abril se procedió a cerrar la referida casa, decisión que adoptó el entonces director de la UEB y no fue resultado del dictamen emitido por las autoridades facultadas para ello.
«A los 16 trabajadores que conforman la plantilla de la Casa de la Música se les aplicó la interrupción laboral en virtud de lo establecido en la Resolución No. 34, de fecha 6 de septiembre de 2011 (…) y a partir del 15 de mayo fueron reubicados siete de ellos en los demás centros culturales de la Egrem en ese territorio, y a los restantes se les efectuó el pago del 60 por ciento de su salario diario (…), todo lo cual puede verificarse en las nóminas de pago efectuadas a tales efectos; por lo que no es cierto que estuvieran tres meses sin recibir pago alguno».
Agrega la directiva que con la presencia de funcionarios de la Dirección Provincial de Cultura y del Sindicato, se sostuvo una reunión con el remitente, donde se le demostró lo anterior con los documentos acreditativos.
«Ciertamente existió dilación en la solución del asunto por parte de la empresa, condicionada fundamentalmente por la inexistencia en el territorio de los materiales de construcción necesarios para acometer los trabajos (…), los cuales se recibieron posteriormente con el apoyo del Gobierno y la Dirección de Cultura provinciales», precisa la funcionaria.
Reconoce asimismo que no se informó como se debía a los trabajadores por parte de la anterior dirección del centro, de los análisis que se estaban realizando respecto a este, ni del proceso reconstructivo. Faltó el enlace Administración-Sindicato-empleados. No obstante, aclara que en una primera etapa posterior al cierre, la información sí les llegó de parte del Administrador, quien se mantuvo laborando hasta el mes de julio.
El 30 de agosto pasado, añade la Directora, «la actual Dirección de la UEB se reunió con los trabajadores de la Casa de la Música, encuentro al que solo asistieron siete trabajadores, ausentándose el resto de los no reubicados por motivos justificados algunos y otros por no ser informados oportunamente por la secretaria de su sección sindical y por el funcionario encargado del centro; donde se les dio a conocer la situación de la Casa, que aún no se habían concluido las labores de reparación y que se mantendría cerrada hasta tanto se eliminaran las causas que originaron la paralización y se definiera cuál sería su destino final por parte de la Administración, agregando que se mantendrían las garantías salariales correspondientes».
No es cierto que la entidad se encuentre ya lista para brindar servicios a la población, pues, aunque el problema de las tuberías quedó resuelto, existen otras tantas dificultades materiales en el inmueble y conflictos originados en el edificio multifamiliar donde se halla enclavado, que impiden su reapertura, detalla la directiva.
Además informa Irene que el Director General de la Egrem visitó Santiago de Cuba los días 14 y 15 de octubre para examinar, de conjunto con las autoridades provinciales, los problemas de la institución y «buscar una solución tanto para los trabajadores como para el desempeño futuro de esa instalación».
Agradezco la esclarecedora misiva. Lamentables, tanto las omisiones y distorsiones de Karel Miguel como los procederes inapropiados de la directiva anterior del centro y de quienes debían informar y no lo hicieron. Esperemos que de la solución que finalmente se halle para el centro y sus trabajadores, también tengamos noticias en esta columna.