Acuse de recibo
Poco a poco las versiones sobre un asunto se van abriendo paso en la maraña de la realidad y cada quien aporta su visión, sus porqués de las cosas. Hoy publicamos el «tercer episodio» de una serie iniciada el 15 de marzo de este año por el pinareño Manuel González Valdés (Carretera a Puerto Esperanza, s/n, Viñales), quien denunciaba cómo el servicentro Cupet de su localidad llevaba más de un año sin prestar servicio de aire. Según afirmaban los trabajadores de la entidad, la razón de la no prestación era que «se llevaban la manguera», sostenía Manuel.
Al respecto contestó Basilio Suárez Cabrera, gerente general de la sucursal Cimex en la provincia de Pinar del Río. Explicaba Basilio, en misiva que apareció aquí el 11 de octubre último, que la razón de la deficiencia se originaba en problemas materiales e insuficiente gestión administrativa.
Informaba además el directivo que se había impuesto una amonestación pública a los cuatro jefes de turno y a la administradora del Cupet de Viñales, y que en los próximos días quedaría resuelto el problema de acuerdo con las posibilidades existentes.
Este redactor se preguntaba entonces cómo era posible que una institución dejara de prestar un servicio por tan enorme lapso y nadie, en el municipio, la provincia o la nación, controlara su restablecimiento.
Sabemos —dijimos entonces— que la situación trasciende al Cupet y al directivo en cuestión: forma parte de una mentalidad de apatía e indolencia tristemente extendida en el país y que alguna vez debemos comenzar a cambiar.
A partir de esta segunda publicación se generó una tercera carta sobre el asunto. Esta llega bajo la firma de Reineiro Feria Sánchez, director de Servicentros de la Vicepresidencia Comercial de Cimex.
Esgrime Feria Sánchez el hecho de que el Gerente pinareño (Basilio) respondió con inmediatez a la carta publicada el 15 de marzo en Acuse, y unos días después fue restablecido el servicio en la entidad de marras.
«En ningún momento quedó demostrado que esta unidad estuviese un año sin brindar el servicio, argumento que usted (el periodista) utiliza siete meses después para hacer comparaciones con otras actividades muy sensibles», opina el Director.
Y agrega: «Es cierto que tenemos muchas dificultades objetivas y subjetivas que afectan algunas de nuestras actividades, sin embargo Cimex trabaja de manera constante y sistemática para minimizar las objetivas y, así, eliminar las subjetivas con exigencia, control y la participación activa de nuestros cuadros y trabajadores».
También sostiene el ejecutivo que Cimex tiene como principal actividad la venta de combustible con el control necesario y en ella se emplean la mayor parte de los recursos que el país le asigna. De cualquier forma, la institución comprende un programa de desarrollo hasta el 2023, con una segunda etapa hasta el 2030, que permitirá remodelar todos los servicentros con la tecnología avanzada para el control de las ventas e inventarios de los combustibles y la ampliación y modernización de los servicios de garaje.
«Paralelamente a ese programa trabajamos por restablecer el servicio de aire en todos nuestros servicentros, en un término de cinco años, teniendo en cuenta que solamente brindamos ese servicio complementario en el 60 por ciento de nuestras unidades y antes de finalizar el año tendremos los medios necesarios, entre ellos mangueras y boquillas», apunta el Director de Servicentros.
Agradezco la misiva. Comento algunos aspectos. La carta del lector denunciando el problema se publicó en el momento que existía la afectación. Los siete meses a que alude el director de Servicentros comprenden el lapso en que se demoraron en responder al periódico y el propio margen de publicación que tenemos para las respuestas en esta sección.
Por otra parte, nunca el Gerente pinareño negó en su respuesta la denuncia del lector Manuel González Valdés. Y el que calla… Si comparo el asunto con otras actividades es porque no concebía —aún no lo logro— que cualquier entidad, al nivel que sea, deje tranquilamente de ofertar un servicio que le corresponde, aunque sea de manera complementaria, máxime cuando ese servicio es necesario a la población. Y no pase nada.
Ojalá en los planes —hasta el 2023, 2030 o incluso más allá—, aparte de los recursos, también la institución incluya el fijador de los métodos de trabajo y control que impidan sucesos de esta índole.