Acuse de recibo
Nairovis Zaldívar, un empedernido ecologista de la ciudad de Holguín que más de una vez ha quebrado lanzas aquí contra impunes contaminaciones, no pudo celebrar ayer tranquilamente el Día Mundial del Medio Ambiente, y nos envió un urgente S.O.S., acompañado de esta elocuente foto.
La imagen grafica el impune ecocidio que se registra ya hace 11 años a solo unos metros del hotel El Bosque, en la ciudad de Holguín. Por esa conductora rota circulan libremente, y van a parar al río Miradero, los residuales de la escuela especial Conrado Benítez y otras entidades que están «envenenando» el río.
Nairovis, quien reside en calle 15 No. 4, entre 18 y Avenida Los Libertadores, en el reparto Pedro Díaz Coello de la Ciudad de los Parques, afirma que él personalmente ha denunciado el problema ante el Consejo de la Administración Provincial. Lo visitó el Primer Vicepresidente del mismo, con el cual fue hasta «la escena del crimen», y le mostró aquel desastre.
Asegura el remitente que ha habido promesas de solución, pero al final la respuesta siempre es la misma: no hay recursos, quizá con el tiempo podamos hacer algo… «Guardo pruebas de cada uno de mis trámites, que demuestra cómo este río —que, por demás, desemboca en el Cauto— muere lentamente».
Añade que «a menos de 500 metros de ese río está el punto de agua del reparto Pedro Díaz Coello, conocido porque siempre ha servido para saciar la sed de nuestra ciudad. Personas de todos los lugares van a buscar agua a ese sitio. Y cuando Holguín fue azotado por la sequía años atrás, ese fue el único pozo capaz de resistir la mala jugada de la naturaleza».
Nairovis asegura que ha hablado con especialistas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente en Holguín. Le dan la razón: si el río Miradero no se salva, se corre el riesgo de contaminar la fuente de abasto de agua potable más importante de la ciudad, y se seguirían aportando toneladas de desechos a la corriente del río Cauto.