Acuse de recibo
El pasado 9 de mayo, el habanero Juan Carlos Flores cuestionaba aquí el elevado deterioro de la clínica veterinaria de animales afectivos José Luis Callejas, de Carlos III, en la capital, y las carencias que la misma presenta de equipos e insumos para brindar servicios, teniendo un equipo profesional con conocimientos y la voluntad de dar una excelente atención.
Al respecto, responde el Doctor Jorge Luis Milián, director general del Instituto de Medicina Veterinaria del Ministerio de la Agricultura, al cual están adscritas esa y otras clínicas veterinarias.
El Doctor Milián comienza comprendiendo «las justas preocupaciones de los dueños de mascotas que, de una forma u otra, se ven afectadas por el déficit de determinados medios, que son necesarios para brindar un servicio de excelencia en las clínicas veterinarias».
Y reconoce al mismo tiempo que los profesionales y técnicos que laboran en esa y otras clínicas veterinarias del país cuentan con los conocimientos y la excelencia para brindar el mejor de los servicios.
Afirma que los medicamentos de uso veterinario que se utilizan en esa red asistencial, así como en la atención de animales con fines productivos, son fabricados en su mayoría por Labiofam, la única empresa productora de su tipo en el país. Y aclara que en ella no se garantiza toda la variedad de productos para uso en animales mascotas.
Al propio tiempo —aclara—, otros farmacéuticos y vacunas, que son también de alta demanda por la población, están sujetos a la importación que se realiza todos los años, la cual depende de las posibilidades financieras para su adquisición.
Precisa que el equipamiento para el diagnóstico clínico está obsoleto por los años de explotación, sobre todo los equipos de Rayos X. Asimismo, hay déficit de placas y otros insumos para el diagnóstico.
Otros medios carenciales son los equipos de ultrasonido. «Está prevista su adquisición en la medida que las condiciones financieras lo permitan, afirma. En estos momentos se ha incrementado la disponibilidad de medios diagnóstico para las clínicas y nuestra red de laboratorios, lo que permitirá hacer un diagnóstico más preciso».
Por otra parte, el Doctor Jorge Luis Milián asevera que están garantizados los principales medicamentos y vacunas para que nuestros animales vivan y estén saludables. Los servicios fundamentales se cobran en CUP y algunos en CUC, pero muchos de los recursos que se demandan son importados y muy costosos, por lo cual están sujetos a las limitaciones financieras del país.
No obstante, asegura que con un buen trabajo clínico, poniendo todo el empeño profesional y buscando solución ante cada problema, o nuevas alternativas, podrán seguir sembrando el afecto hacia los animales.
En cuanto a las instalaciones, informa que existe un programa de reparación para mejorar las condiciones constructivas. Se aprobó el mantenimiento constructivo de la clínica de Carlos III y de las restantes del país, lo cual se hará de forma escalonada. En estos momentos en la de Carlos III se emprenden la impermeabilización de la cubierta, la reparación de los muros exteriores, la reparación eléctrica e hidrosanitaria y la pintura de fachada y áreas interiores.
«Como los demás sectores y servicios de la economía —puntualiza—, el de la Medicina Veterinaria está en un proceso de franca recuperación. Posee un cronograma de ejecución a corto, mediano y largo plazos, e incluye en primer lugar los servicios a la población. Ellos se irán incrementando en cantidad y calidad, hasta llegar a cubrir todas las necesidades y expectativas de los clientes de nuestra red de clínicas».
Agradezco la respuesta del Director General del Instituto de Medicina Veterinaria. Y vislumbro que, además de la recuperación de esa actividad, a la larga la medicina veterinaria de animales afectivos pueda experimentar un proceso de descentralización y de diversificación, que le permita el autofinanciamiento, sin constituir una carga presupuestada para el Estado.