Acuse de recibo
Trasladarse en el país sorteando las escaseces del transporte público, es una asignatura que debemos examinar día a día. El holguinero Gerardo Jiménez López (calle I, No. 1, reparto 26 de Julio, Guatemala, Mayarí) lo intenta, pero él y sus coterráneos enfrentan desde hace algún tiempo como agravantes las decisiones en torno a uno de los medios de transportación que solían utilizar.
De eso hablaba la misiva de Gerardo que acogió Acuse el 19 de marzo último: de cómo la lancha de Antilla había reducido considerablemente su recorrido y paradas.
Evocaba el lector que desde los años 40 del pasado siglo, aprovechando las ventajas del paso entre las bahías de Nipe y Levisa funcionaba una ruta de pasajeros entre las zonas de Antilla y Carenerito, con dos lanchas que tocaban ocho puntos en su trayecto diario.
Pero el recorrido se fue acortando y hoy solo cuentan allí con una lancha que no llega a las localidades de Niquero y Carenerito, afirmaba el remitente. Y añadía que de las ocho escalas, solo se mantenían tres.
Este recorte imposibilita a los residentes de Antilla, Guatemala, El Ramón y Felton viajar directamente hasta Nicaro o en sentido inverso. Además, quienes habitan en los municipios de Frank País, Sagua de Tánamo, Moa y Baracoa, que antes podían embarcar en el puerto de Nicaro, ahora deben recorrer 16 kilómetros más hasta el puerto de Felton, se dolía el veterano.
Al respecto contesta René Rodríguez Morales, director general de la Empresa Provincial de Transporte de Holguín. Refiere René que efectivamente, cuando en los años 40 se instauró la transportación marítima entre Carenerito y Nicaro y desde Nicaro a Antilla, esa «fue una gran solución» al transporte público de pasajeros, pues no existía vínculo entre Mayarí y Sagua de Tánamo a través de rutas de ómnibus «debido a que no había carretera, sino que era un camino vecinal en mal estado».
«Para llegar hasta Carenerito, barrio ubicado en las costas del municipio de Frank País, había que tomar el (tren) Carahata que viaja desde Cayo Mambí, servicio que fue suspendido y desmontada la línea desde hace varios años», rememora el directivo.
«Actualmente, la transportación entre Carenerito y Nicaro no tiene gran demanda de pasajeros, debido a la baja densidad poblacional que existe en la zona y a que su vinculación fundamental es con su cabecera municipal, Cayo Mambí, y que además la población residente en Cayo Mambí y Sagua de Tánamo tiene un servicio estable y rápido de comunicación con Levisa, Mayarí y Holguín por vía automotor, donde la carretera ha mejorado notablemente», agrega el funcionario.
Dichos pobladores —sostiene— reciben un servicio de transporte a través de lancha, que efectúa dos viajes diarios, con origen desde Antilla hasta el poblado de Ramón, debido al mal estado en que se encuentran los muelles de atraque de los asentamientos de Guatemala, Felton, Canal de Saetía y Nicaro.
«Contamos con un levantamiento de la situación real de cada uno de ellos y se está evaluando por parte de nuestro ministerio la posible solución, ya que hay que iniciar por un trámite de responsabilidad con los mismos (no se aclara a qué se refiere este trámite), para luego ejecutar su reparación, y que permitan ser certificados por el Registro Cubano de Buques para luego prestar servicio», finaliza Rodríguez Morales.
Agradezco la respuesta, pero podría haber sido mucho más precisa en algunos elementos. Por ejemplo: ¿qué se entiende por demanda grande o pequeña de pasajeros? Aquí las cifras, en sus justas proporciones, hubiesen sido ilustrativas.
Lo mismo podría decirse del «servicio estable y rápido de transportación por carretera». ¿De cuántos viajes se está hablando? Tampoco se responden algunas preguntas que hicimos al publicar el caso, como si los pobladores de la zona habían sido consultados o al menos oportunamente informados cuando se fueron suspendiendo los servicios de la lancha.