Acuse de recibo
Ya hace un año que Reina Margarita Pérez comenzó a hacer trámites para la actualización de documentos que representan los bienes familiares, después de que falleciera su esposo. Y todavía estaba bregando con el imposible, en el Registro Civil del municipio habanero de Diez de Octubre, cuando me escribió el pasado 28 de enero.
La lectora, que reside en Reyes No. 383, en el barrio habanero de Lawton, dice que en todas las oficinas del Registro Civil que conoce se solicitan documentos a las 8:00 a.m. y se recogen a partir de la 1:00 p.m. Los martes y jueves se extiende el horario hasta las 7:00 p.m., pero solo se reciben solicitudes. Pero en el de Diez de Octubre ella no ha coincidido una sola vez con el cumplimiento de esos horarios.
El 15 de enero pasado quien atendía al público se sentó en la mesa a la 1:40 p.m. Y el servicio de entrega de documentos lo inició a las 2:00 p.m. «¿Razones? La atención a quienes vienen y le hablan al oído, o los que vienen indagando por el servicio que allí prestan, lo cual obliga a que ella tenga que subir la escalera en varias oportunidades, o distraiga su atención. Y los que hemos hecho la cola durante horas seguimos esperando», señala.
Refiere que ese día fue por segunda vez a recoger una solicitud hecha el 4 de diciembre, de búsqueda de archivo. La empleada le dijo que aún no estaba. Reina Margarita le reclamó por la impuntualidad y demora. Según cuenta la lectora, la respuesta fue: «No sé quién la atendió a usted pero yo, cuando hay solicitud de archivo, pongo 15 días hábiles para que la persona venga, por si está el documento que solicita. Porque en estos casos hay que esperar que el archivero venga a recoger y que traiga la búsqueda cuando él pueda».
Afirma la cliente que protestó por lo que considera «tamaña falta de respeto», y agrega: «En ese lugar la desorganización es tal, que el 15 de enero no se entregó ni una solicitud correspondiente a esa fecha. Y no es la primera vez que sucede en mi presencia».
Similar situación ella ha sufrido con una inscripción de nacimiento de su fallecido esposo, Luis Duverger Rousseaux, solicitada el 23 de octubre de 2012. El 21 de enero volvió para recogerla y aún no estaba. «El archivero sigue sin aparecer, y la persona que tiene que ver con la solicitud de Duverger, no fue a trabajar. Se repite la no entrega de documentos, porque “los modelos se los entregan por buchitos”·
«No es baldío protestar ante esos abusos, afirma.
«El que está cara al público tiene que aprender a respetarse y a respetar a los demás. Pero también los organismos superiores tienen que estar más vigilantes de lo que sucede en la base. Cuando inesperadamente visiten esos lugares, podrán darse cuenta de hasta dónde llega el desorden», concluye Reina Margarita.
Elena La Fuente, quien trabaja como abogada en la Agencia Cubana de Rock, envió el 28 de diciembre de 2012 un documento certificado desde el correo de San Lázaro e Infanta, en La Habana, a la Unidad Provincial de Apoyo a la Actividad Cultural (Upaac) de Camagüey.
Y como el 29 de enero de 2013 no se había recibido, Elena contactó con el Departamento Comercial de la Empresa Territorial Correos Camagüey. Allí le atendió la técnica de Atención a la Población, Rita María Oliva.
«Esta persona —añade Elena— le dio seguimiento inmediato al caso, y logró averiguar sobre las causas del retraso en la entrega. Ya en horas de la tarde del propio día 29 de enero, Rita María había resuelto el asunto, y me informó el día y la persona que recibió el documento, cosa que no me pudo responder ninguno de los trabajadores de la Upaac con quienes hablé en varias ocasiones, desde los primeros días del año».
Elena La Fuente considera que esa entrega revela qué es ser eficiente y respetarse a uno mismo como trabajador. Respetarse para que lo respeten.