Acuse de recibo
El 28 de enero de este año, desde Vueltas, Villa Clara, Mayelín Pérez Acosta contaba que el 17 de enero pasado acudió al Taller de Reparaciones y Garantía Posventa de ETECSA y Cubacel, en Santa Clara, para solicitar el servicio de decodificación de un teléfono celular GSM, marca Sony Ericsson.
Refería ella que la recepcionista, después de llenar varios modelos, le entregó la tarjeta de memoria e ingresó el teléfono al taller, no sin antes comunicarle que el servicio demoraba unos días.
Y dos días después, Mayelín recibió un mensaje: ya podía recoger el teléfono. Ese mismo día se personó allí, y le entregaron el celular. Mas, según Mayelín, la batería había sido cambiada.
Con los papeles de la garantía por 90 días, y el comprobante de pago por cinco CUC, acudió al siguiente día al taller a hacer la reclamación de la «verdadera» batería. Y contaba que tanto la recepcionista como el técnico que realizó el trabajo, le aseguraron en no muy buena forma que ella estaba confundida con otra batería, porque al taller no había ingresado ningún otro celular de dicha marca.
Mayelín señalaba que solicitó plantear su inquietud a otra persona de mayor jerarquía, y la encomendaron a alguien llamado José Antonio, el cual la atendió muy amablemente. Y, según la remitente, José Antonio le dijo que no tenía cómo comprobar que el técnico cambió las baterías. «Solo recuperando mi batería original dejaré de decir que he sido estafada», concluía Mayelín.
Al respecto responde Hilda Arias, vicepresidenta de ETECSA, que se investigaron los sucesos, «buscando con ello ofrecer mayor transparencia ante un hecho de esta naturaleza, tan complejo por contar solo con el testimonio ofrecido por la afectada».
Manifiesta que «después de un proceso de revisión minucioso, utilizando diferentes vías de investigación, se pudo precisar que se siguieron los procedimientos establecidos para estos casos, por lo cual fue necesario revisar qué aspecto del procedimiento debía mejorarse para evitar hechos así.
«Como elemento decisivo, se corroboró que las baterías no se pueden distinguir fácilmente, pues en la variada gama existente, no todas están señalizadas por sus fabricantes con números de series distintivos».
Precisa Arias que ese tipo de batería no es de los equipos que comercializa ETECSA, por lo que su ocurrencia no es frecuente. Y se pudo comprobar que no existió la posibilidad de trueque o de confusión, pues en la fecha en que el equipo permaneció en el taller, no coexistió con otro de igual marca.
Asegura que se hicieron investigaciones y verificaciones sobre la actuación de los empleados, las cuales arrojaron que «existe buena opinión y prestigio y, además, ningún antecedente negativo en el taller».
Y categóricamente Hilda Arias señala:
«Finalizado el proceso investigativo al reclamo de Mayelín, y revisados exhaustivamente los informes contentivos de las opiniones que sobre los trabajadores que laboran en el Taller de Reparaciones de Villa Clara emitieron usuarios, compañeros de trabajo y directivos, así como considerando la descripción que ofrecen los catálogos técnicos encontrados sobre ese tipo y marca de equipo telefónico en particular, se concluye que no existe la posibilidad de confirmar la ocurrencia del hecho que se denuncia en la misiva».
Agrega la Vicepresidenta que en los informes obtenidos y en los documentos de Atención a la Población del Taller de Reparaciones, se constata que «esos trabajadores se han caracterizado hasta el presente por su honestidad y profesionalidad, lo cual nos obligó a profundizar en la búsqueda de argumentos para la evaluación de la situación que se exponía por la lectora».