Acuse de recibo
Los laberintos y postergamientos burocráticos son un gran freno a los cambios económicos que requiere el país. Hay que barrerlos. Ojalá historias como las de hoy sean solo recuerdo y no sobrevivan como las cucarachas.
Desde 1993, Alexei Estupiñán vive en el apartamento 397 del edificio 11, reparto Mariana Grajales, en la ciudad holguinera de Moa. Es una vivienda vinculada que le otorgó la Empresa Constructora Integral (ECI) 3, donde él laboró durante más de 22 años.
El 3 de octubre de 2006, en documento firmado por la Directora General de la ECI 3 y el Asesor Jurídico, se autoriza el trámite para pasar la casa de vinculada al régimen de propiedad. Se emite el modelo 906 del Instituto Nacional de la Vivienda, firmado por la Directora General de la ECI 3, el Director General del Grupo Empresarial de la Construcción en Holguín, la Presidenta del Gobierno en el municipio y el Director de la Vivienda en la provincia.
La documentación se envió al Ministerio de la Construcción, y conformó el Expediente 29, según el especialista de la Vivienda en el Departamento Jurídico de ese organismo. Con este funcionario, Alexei se comunicó telefónicamente varias veces, y las respuestas han sido: «Se llevó para el Instituto Nacional de la Vivienda… pero lo devolvieron… Lo llevó una muchacha inexperta… Se va a llevar nuevamente… Ya en este nuevo año (2008) se aprobará una resolución que debe resolver su caso…», y un sinnúmero de etcéteras…
Desde Moa, Alexei ha gastado dinero en llamadas telefónicas. Hace tres años habló con el Director Jurídico del MICONS, quien le tomó los datos, «pero parece que los extravió». El 23 de junio de 2009, Alexei escribió a la Asamblea Provincial del Poder Popular, con copia al Director de la Vivienda en Moa. Y hasta la fecha, todo anda trabado por algún eslabón.
«¿Ninguno de esos funcionarios se ha leído la Constitución de la República, al menos su Artículo 63?», pregunta.
Yudelsis Bello (Calle 12 s/n, El Bon, Pilón, Granma) realizó formal solicitud de un solar yermo en 1998, y lo empezó a pagar después de todos los trámites, por valor de 1 728 pesos. Pero en el 2008 hace solicitud de renuncia al derecho perpetuo de superficie.
Se emitió la Resolución 104/2008 de 22 de mayo de 2008, por Cuenta Única, firmada por Doismedes Salgado, director de la ONAT (Oficina Nacional de la Administración Tributaria) en la provincia de Granma, en respuesta a otra resolución de la Dirección Municipal de la Vivienda.
Yudelsis se dirige al Banco de Crédito y Comercio (BANDEC) en Pilón —del cual es trabajadora— para hacer efectiva la Resolución y todo transcurrió sin dificultad. Pero el 27 de octubre le comunican que la devolución ha sido errónea, porque la resolución de devolución por cuenta única tiene errores: no se ha consignado correctamente el importe a devolver según procedimiento bancario. ¿Y entonces? Se le ordena a Yudelsis devolver el efectivo al Banco, para que el procedimiento se realice con todas las de la ley.
Disciplinada, Yudelsis devuelve el dinero el 1ro. de octubre de 2008. Y hasta el sol de hoy no lo ha recuperado, a pesar de haber ido muchas veces a la Dirección Municipal de la Vivienda a ventilar el caso con el Jurídico, y en una ocasión con el Director. Le han prometido que se resolverá el próximo mes, o que lo debe solucionar el personal de Cuenta Única. Y la directora de Cuenta Única le dice que el asunto es responsabilidad de Vivienda. Esto, sin contar que el tema ha aparecido en las conciliaciones mensuales efectuadas desde enero de 2009 a la fecha, en BANDEC.
«En este peloteo me he pasado más de dos años —dice—, sin recibir el importe que me corresponde por haber hecho renuncia al derecho perpetuo de superficie. ¿Hasta cuándo debo esperar por la indolencia y la mala atención?»
Espero que las respuestas a ambas denuncias no se ciñan solo a resolver —bastante tarde sería— lo que pudo haberse atendido hace mucho tiempo. Es esencial, por desagravio a los ciudadanos y por respeto elemental a sí mismas, que las instituciones implicadas expliquen, sin titubeos ni suavizadores, por qué suceden tan imperdonables maltratos y olvidos. Ya casi me canso de repetir: ¿Hasta cuándo?