Acuse de recibo
El pasado 18 de junio, la lectora Vanesa Sánchez (Laborde 26203, entre Navia y Rieche, Versalles, Matanzas) se quejó aquí de las molestias ocasionadas al vecindario desde un Rápido, de la corporación CIMEX, que funciona las 24 horas del día, al lado de su casa.
Ella condenaba el elevado volumen de la música, y que personas desconsideradas, a altas horas de la noche, impunemente armen allí escándalos con cantos y gritos, den golpes en las mesas y formen riñas.
Precisaba Vanesa que se había quejado al respecto ante distintas instancias gubernamentales, otras autoridades y el CITMA; al tiempo que se entrevistó con el gerente de la Sucursal CIMEX Matanzas, además de haberlo planteado en asambleas de rendición de cuenta del Poder Popular. Y aseguraba que nada se había hecho «para solucionar esa falta de respeto y consideración con los vecinos».
Al respecto, responde Pablo Rodríguez, gerente general de la Sucursal CIMEX Matanzas, quien considera injusto que se calificara entonces a la instalación como «Rápido del escándalo», y argumenta que la mayoría de quienes frecuentan el sitio vive en las cercanías, y lo hace para adquirir productos que en cientos de metros a la redonda no encuentra. E insiste en que a menos de cinco cuadras de allí radican el Hospital Provincial de Matanzas, Maternidad y un policlínico, desde donde acuden al Rápido familiares de pacientes en busca de algunos productos.
Al Rápido, agrega, acuden familias, matrimonios y jóvenes parejas, en busca de ratos de esparcimiento y distracción. Y pondera que la música, moderada y oportuna, puede resultar del agrado de cualquier persona.
Explica que desde el 2006, y en atención a las quejas de la vecina, dejó de funcionar el equipo de música con sus correspondientes bocinas. En su lugar fue instalado un televisor acoplado a un DVD, cuyas bocinas difundían la música de forma moderada y solo hasta las 12 de la noche.
Apunta que, ante la queja publicada, la sucursal constituyó una comisión que «se entrevistó con ocho vecinos de la comunidad… quienes en su totalidad manifestaron su satisfacción por el servicio que allí se ofrece y la calidad del colectivo, aunque reconocen que, en no pocas oportunidades, en horas avanzadas de la noche y sobre todo los fines de semana, acuden al lugar grupos de personas que hablan en voz alta, hacen alarde de la potencia de las reproductoras de audio de sus autos, gritan y, por el efecto del alcohol, provocan riñas».
Argumenta que los trabajadores del Rápido de Versalles no han permanecido con las manos cruzadas ante tales actitudes. Y ejemplifica con el caso del joven dependiente Miguel Núñez, quien se enfrentó a un grupo de personas que alteraba el orden en el establecimiento, y testificó ante la PNR sobre lo sucedido.
Informa Pablo que él y otros directivos del CIMEX sostuvieron una reunión con la casi totalidad de los trabajadores del Rápido, quienes ratificaron su disposición de cumplir estrictamente con la ambientación musical y sus horarios, y de enfrentarse de manera resuelta con quienes intenten alterar el orden y la tranquilidad, con el necesario apoyo de las autoridades del orden público.
Y concluye manifestando: «Para quienes no quisieran buscarse problemas, lo mejor sería cerrar el Rápido a las 12 de la noche, y punto; resignarse a que los indisciplinados ganen terreno, dejándoles el campo libre y privando a la mayoría de una opción que le pertenece».
Coincido con el Gerente General en esto último: «Botar el sofá no puede ser la solución». Y precisamente porque el Rápido llena un vacío en ese barrio, es que hay que hacerlo todo por evitar que se convierta en una molestia.
La propia carta del funcionario, aun cuando revele alguna inconformidad con la denuncia de Vanesa, evidencia que sí se han producido molestias y desórdenes allí. Si el espíritu del colectivo, tal como testimonia él, es de enfrentar esos desaguisados, es importante que las fuerzas del orden público presten una especial atención a lo que pueda ocurrir allí de madrugada. Aunque fuera solo un vecino quien se quejara del escándalo, el sueño de un solo ser humano merece todo el respeto del mundo.