Acuse de recibo
La carta la escribe Julián Gutiérrez, presidente del CDR y coordinador de la Zona, pero la firman otros residentes del edificio sito en Calzada del Cerro 1314, entre Sarabia y Consejero Arango, en el municipio capitalino del Cerro. El viejo inmueble fue el hogar de ancianos Juan Lefont, y a partir de 1995 se autorizó institucionalmente su uso para viviendas otorgadas. Sin embargo, las 85 familias que allí residen aún viven con la paradójica categoría de «legales-ilegales». A pesar de todas sus gestiones durante 14 años con las autoridades municipales, no han podido adjudicarse la propiedad de sus respectivos hogares; no pagan los servicios de electricidad, agua y gas, con el consiguiente fardo para el Estado. Tampoco tienen allí su registro de dirección ni las libretas de productos alimenticios. Eso les crea muchas dificultades para cualquier trámite o gestión. Ellos no irrumpieron ni ocuparon ilegalmente el edificio; consta en documentos oficiales la concesión de los habitables. Incluso en varias ocasiones les prometieron atender la reparación del mismo, pero todo se esfumó. Allí permanecen esperando. Paradojas: Mientras otros hacen trampas y cometen ilegalidades en materia de vivienda, ellos solo quieren dormir tranquilos con el espíritu de la Ley. Y siguen olvidados…
Un gerente para «clonar»: Olga Lezcano escribe desde Panamá número 6, La Caridad, en la localidad camagüeyana de Minas. Y lo hace para felicitar al colectivo de trabajadores de la tienda FRIOVENT, de Camagüey. Pero quiere destacar, en especial, a su gerente, llamado Leandro: «Trato amable, agradable, sincero y cortés. Atiende antes de abrir y no tiene hora para cuándo cerrar. Compañeros como estos son los que necesita nuestro pueblo. Que continúen así, que el pueblo siempre se los va a agradecer», afirma.
Los pollos, primero que los vecinos: Un S.O.S. envía Darvel Jiménez desde el barrio Loma de Piedra, en el kilómetro 8 y medio de la carretera de Guisa, en el municipio homólogo, provincia de Granma: siempre el servicio de agua ha sido un problema allí, pero ya la situación es insostenible para los pobladores. Existe una granja estatal dedicada a la cría de aves y ovinos, un centro de elaboración y un comedor que, «a pesar de no tener contrato con acueducto desde su fundación, hace algunos meses se conectaron a las líneas maestras, de forma tal que la mayor cantidad de agua va para sus depósitos». Hace algún tiempo se crearon fincas forestales que se conectaron. La fábrica de bloques también se beneficia. «El bombeo se realiza cada cinco o seis días, y el agua dura a lo máximo dos horas. Como si fuera poco, debido a las medidas de ahorro de electricidad se decidió quitar tres horas de bombeo». Darvel lo resume así: «Entre los pollos, los viveros y los bloques, consumen alrededor del 90 por ciento del agua. Y no es justo que mientras hay un pueblo sufriendo por la falta de esta, otros la desperdicien». Ante las quejas, el presidente del gobierno municipal efectuó varias reuniones, en las cuales se analizó el problema, y se indicaron algunas medidas, «de las cuales ninguna ha sido cumplida», sentencia.
La fertilidad de la dedicación: Ania Margarita Ortiz (calle 5ta. número 58, reparto Francisco Vicente Aguilera, en Bayamo, Granma) ha topado con la esperanza, en su búsqueda de la fertilidad. Ella es una de las pacientes de la consulta de esterilidad del policlínico de especialidades del Hospital Provincial Carlos Manuel de Céspedes, de Bayamo. Y allí es atendida por la doctora Rosa López Fajardo, a quien necesita honrar hoy: «Por la dedicación y el amor con que atiende cada caso que llega a ella buscando el tan ansiado bebé, no importa lo compleja que pueda ser la situación: Siempre hay en ella una palabra de aliento y de esperanza. Ya con eso se ha ganado el respeto y la admiración de muchas parejas». Un voto por esa especialista, quien, en contraste con la «esterilidad» de otros para entregarse a los demás, ha logrado la «criatura» más hermosa: la devoción profesional y la entrega sin límites.