Acuse de recibo
El pasado 11 de abril esta sección reflejó una denuncia sobre desatenciones y negativas condiciones de trabajo en el mercado agropecuario estatal VII Congreso, de la ciudad de Cienfuegos. Y la carta, enviada por correo ordinario, estaba suscrita por Mario Fernández Fernández, trabajador de ese colectivo, con todos sus datos, dirección particular, escrita a mano y firmada.
Ahora responde al respecto Cándido Escandón Estévez, director provincial de Acopio en Cienfuegos, quien primero que todo aclara que, en reunión con el colectivo de trabajadores a raíz de lo planteado en la sección, «Mario Fernández alegó que él no fue quien envió esa carta, lo que indica que otro trabajador se escudó en el nombre de ese compañero, al parecer por no tener la suficiente valentía como para firmarla con su nombre».
Al margen del diferendo sobre la verdadera autoría de la carta, la propia respuesta de Escandón reafirma que en la misiva-denuncia se reflejaban problemas muy reales.
En cuanto a la queja de que hacía más de seis meses los trabajadores de ese centro no tenían almuerzo: «Es cierto que se presentaron problemas —señala—, por lo que se les suspendió este a los trabajadores. En la actualidad quedó resuelto con el cambio de horario... martes a sábado de 7:30 a.m. a 11:30 a.m., y de 3:00 p.m. a 6:30 p.m. Y el lunes es día franco».
Sobre las pésimas condiciones de los baños: «es cierto que hubo que clausurarlos, por presentar tupiciones debido a la mala instalación inicial, lo que provocaba que los desechos y aguas albañales fueran a parar al patio de la casa colindante. Como solución a este aspecto, de inmediato se comenzaron a hacer las gestiones pertinentes con el fin de localizar los tubos y demás piezas para su instalación. Y no fue hasta el 18 de abril que fueron comprados en la provincia de Sancti Spíritus, y quedaron instalados de inmediato».
Acerca de que en muchas ocasiones no tienen agua para beber: «No es cierto, pues en ese mercado nunca ha habido escasez de ese líquido. Ese mercado es el de mejores condiciones de los existentes en el municipio. Incluso, posee dos freezers. Lo que sucede es que uno de ellos está destinado a los productos que oferta la juguera, y en ocasiones se agota el agua fría... Y el otro está destinado a los productos cárnicos, por lo que a veces no se puede enfriar agua en el mismo por estar al tope de su capacidad».
En lo tocante a las pésimas condiciones del techo, precisa que le faltan las tejas no a la mitad del mismo, sino solo unas pocas a los dos aleros que posee. «Y no es totalmente cierto que estén expuestos al sol durante todo el día, pero sí que cuando llueve con viento hay que tapar los granos para que no se mojen».
Y referido al planteamiento de que hace cuatro meses que no les pagan estimulación, y tampoco hay una explicación administrativa al respecto, reconoce que «hacía meses no se pagaba, porque los resultados económicos del mercado no eran los mejores, fundamentalmente por la caída en las ventas de productos cárnicos. Pero en febrero, al ser los resultados favorables, se les pagó la estimulación; no así en marzo, por ser nuevamente desfavorables los resultados, por la poca ganancia obtenida».
Y aclara que cuando la ganancia no cubre el gasto de salarios más estimulaciones, no se puede pagar esta ultima, según lo estipulado en el sistema de pago implantado.
Asegura, además, que sí existe explicación administrativa al respecto, puesto que al colectivo de trabajadores se le informa mensualmente, en la reunión de afiliados, los resultados del mercado.
Agradezco la ágil respuesta. Como puede apreciarse, fuera Mario o no el autor de la denuncia, lo cierto es que muchos problemas de desatención se fueron acumulando allí, y durante meses, aun cuando en algunos detalles el remitente no fuera matemáticamente preciso. Lo esencial es que de alguna manera, la revelación de la carta ayudó a centrar los ojos en los problemas de ese colectivo.