Acuse de recibo
Gracias a las nuevas tecnologías, las tarjetas magnéticas o electrónicas han ido abriéndose paso en diversas transacciones comerciales, y cada vez es mayor el número de personas que las utilizan. Incluso hay no pocas entidades que otorgan estímulos en divisas a los trabajadores mediante esa moderna forma de pago. Pero...
Sobre el tema me escribe hoy bastante preocupado Bernardo Darias Oliver, residente en Edificio 4, apartamento 26, reparto Vieja Linda, en el municipio capitalino de Arroyo Naranjo.
Refiere el remitente que con ese tipo de tarjeta, emitida por FINCIMEX, ha sufrido lo que él denomina «un avatar de desaciertos e infortunios». Y no se detiene en especulaciones o teorías, sino que abunda en ejemplos de distintos momentos en la capital cubana:
En el supermercado de la cadena Meridiano en Altahabana no pudo pagar con la tarjeta, porque el POS (dispositivo para operar con esta) está roto desde el último huracán. Se reporta y no se resuelve.
En la tienda La Época, de la cadena TRD, en Galiano, «ahí comienza un avatar de sube y baja hasta encontrar un POS, que puede estar en el sótano o en el último piso, pero puede sucederle que cuando llegue no esté funcionando».
En la tienda Ultra, de Tiendas Panamericanas, va a pagar con tarjeta y le dicen que se llegue al Rápido para ver si está funcionando el POS, el único en el establecimiento.
En la tienda de Caracol de la Villa Panamericana existe el POS y funciona. «Pero como es la misma línea telefónica para todo, apunta, ya sabes que debes esperar a que terminen de hablar, o el empleado debe mandar a que cuelguen para que se pueda efectuar la operación».
En Plaza de Carlos III «llegas y no funcionan las líneas telefónicas. Existe el POS en la peletería, pero debes pagar en el Departamento de Lámparas, y así sucesivamente».
En la tienda Aldabó, de la cadena Panamericana, siempre funcionó el POS, precisa, pero de un tiempo para acá está roto. Se ha reportado, pero sin solución. Y la tienda deja de vender por eso.
«Yo, que he sufrido en mi andar por todas esas tiendas, me pregunto:
«¿De quién es la responsabilidad de que esos medios no funcionen?
«¿Por qué no se divulga correctamente ese sistema en las diferentes cadenas de tiendas, así como los descuentos a aplicar por compras en las mismas, en el caso que corresponda con la tarjeta Transcard?
«¿Hasta cuándo habrá que esperar porque se arreglen los mismos para recibir el merecido servicio?
«¿Alguien se ha preguntado y cuantificado la afectación que por este concepto tienen las diferentes cadenas de tiendas?», finaliza.
No es la primera vez que llegan quejas de este tipo con las flamantes tarjetas magnéticas. Y lo acaecido a Bernardo puede ser la realidad de muchas personas. Es por ello que se impone una explicación acuciosa de lo que puede estar sucediendo, y de cómo se deberá resolver.