Detectan preocupante ciclo contaminante entre las personas que coman pescado y los elementos químicos o plásticos lanzados al mar Autor: Twitter Publicado: 27/04/2019 | 10:21 am
MADRID, abril 27.- Los peces acumulan antidepresivos, antibióticos y otros contaminantes químicos lanzados por las personas al mar que pueden posteriormente resultar tóxicos para la salud humana, según alerta un estudio clínico difundido este sábado en Europa.
Una reciente indagación de expertos oceanográficos halló restos de medicamentos y productos de higiene personal acumulados en tejidos y fluidos de peces, y analizó sus posibles efectos secundarios, comenta la revista de ecología y ciencia Muy Interesante.
Los ecosistemas acuáticos están cada vez más contaminados por efecto de las actividades humanas y, aunque gracias a las depuradoras podemos controlar algunos de los residuos que van a parar a ríos, mares y aguas subterráneas, otros muchos se escapan y dispersan.
Buena parte de la contaminación proviene de las actividades industriales y agrícolas, pero hay numerosos productos de uso cotidiano que acaban también en el agua. En el año 2014, un trabajo realizado en la Universidad del País Vasco encontraba síntomas de feminización en una especie de peces marinos a consecuencia de la exposición a disruptores endocrinos.
Este mes un equipo de la misma universidad ibérica acaba de publicar un estudio en la revista Environmental Toxicology and Chemistry en el que detecta que ciertos fármacos y filtros solares contaminan el agua, se acumulan en los peces y les generan efectos secundarios.
Es preocupante la concentración de este tipo de contaminantes, porque el consumo está aumentando y en las depuradoras no conseguimos eliminarlos, llegan hasta los peces y están cambiando su metabolismo, afirma Haizea Ziarrusta, autora principal del trabajo.
No sabemos hasta qué punto influirá esto a nivel de individuo, y el problema podría llegar a niveles poblacionales. A medida que contaminamos el mar, la situación empeora, agrega la especialista.
El equipo de investigadores llevó a cabo diferentes experimentos con el pez dorado(sparus aurata) para evaluar la bioacumulación de amitriptilina (antidepresivo), ciprofloxacin (antibiótico) y oxibenzona (filtro ultravioleta que se emplea en muchas cremas solares) y su distribución en los tejidos de estos animales.
Algunos subproductos, derivados de las transformaciones y los metabolitos, pueden ser tanto o más peligrosos que sus precursores, explica la doctora. Varios resultados revelaron la aparición de estrés oxidativo tanto en el cerebro como en el hígado del pez.
Los contaminantes estudiados producen efectos secundarios en el plasma, el cerebro y el hígado de estos peces, porque interfieren en su metabolismo, y pueden incluso afectarles a nivel de organismo, añade la fuente.