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CHASE DEKER GETTY IMAGES Autor: Getty Images Publicado: 03/11/2017 | 11:58 am
Washington, noviembre 3.— El agujero en la capa de ozono terrestre se forma sobre la Antártida cada septiembre, y genera la expectativa de monitorear los cambios en su tamaño para chequear cómo anda la generación de gases de efecto invernadero y la salud ambiental de la atmósfera, este año, informa la NASA, fue el más pequeño observado desde 1988, aunque se atribuye fundamentalmente a la variabilidad natural, según informó la agencia Prensa Latina.
Aclaró la agencia espacial estadounidense que el hueco alcanzó su punto más alto el 11 de septiembre, cuando cubrió un área aproximadamente dos veces y media mayor que Estados Unidos (12,2 millones de kilómetros cuadrados en extensión) y luego disminuyó durante el resto de septiembre y hasta octubre.
Las mediciones también mostraron la menor cantidad de agotamiento de ozono sobre el continente durante el pico del ciclo de agotamiento desde 1988. El agujero en la Antártida fue excepcionalmente débil este año, esto es lo que esperaríamos ver dadas las condiciones climáticas en la estratosfera antártica, explicó Paul Newman, científico en jefe de Ciencias de la Tierra en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
El agujero de ozono más pequeño en el presente año estuvo fuertemente influenciado por un vórtice antártico inestable y más cálido, el sistema de baja presión estratosférico que gira en el sentido de las agujas del reloj en la atmósfera sobre la Antártida.
Esto ayudó a minimizar la formación de nubes estratosféricas polares en la estratosfera inferior. La formación y persistencia de esas nubes son importantes primeros pasos que conducen a las reacciones catalizadas por cloro y bromo que destruyen el ozono.
Las administraciones estadounidenses de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), y la Oceánica y Atmosférica (NOAA), colaboran para monitorear el crecimiento y la recuperación del agujero de ozono cada año.
Las mediciones también mostraron la menor cantidad de agotamiento de ozono sobre el continente durante el pico del ciclo de agotamiento desde 1988. El agujero en la Antártida fue excepcionalmente débil este año, esto es lo que esperaríamos ver dadas las condiciones climáticas en la estratosfera antártica, explicó Paul Newman, científico en jefe de Ciencias de la Tierra en el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA.
El agujero de ozono más pequeño en el presente año estuvo fuertemente influenciado por un vórtice antártico inestable y más cálido, el sistema de baja presión estratosférico que gira en el sentido de las agujas del reloj en la atmósfera sobre la Antártida.
Esto ayudó a minimizar la formación de nubes estratosféricas polares en la estratosfera inferior. La formación y persistencia de esas nubes son importantes primeros pasos que conducen a las reacciones catalizadas por cloro y bromo que destruyen el ozono.
Las administraciones estadounidenses de la Aeronáutica y el Espacio (NASA), y la Oceánica y Atmosférica (NOAA), colaboran para monitorear el crecimiento y la recuperación del agujero de ozono cada año.
(Con información de PL)
