SIGUANEY, Taguasco, Sancti Spíritus.— La primera planta para la destrucción de Sustancias Agotadoras del Ozono (SAO) en América Latina, está en fase de ajuste técnico aquí para su puesta en marcha, tras concluir su complejo montaje mecánico.
De acuerdo con Jorge Félix Pérez Lorenzo, al frente del proyecto ejecutado en la Fábrica de Cemento Siguaney, de Sancti Spíritus, durante las jornadas de prueba se han destruido más de 15 kilogramos (kg) de clorofluorocarbonatos (CFC).
Explicó que tras la culminación del montaje del horno cuatro, y durante la puesta en marcha del equipamiento tecnológico y sus interconexiones, se han presentado algunas dificultades, las cuales son analizadas con el fin de erradicarlas.
Por ello Pérez Lorenzo aseguró que hasta que no se logre estabilizar el funcionamiento del sistema de forma integral no se podrá conocer la fecha de arrancada de la planta espirituana.
Las 130 toneladas de CFC para quemar en el centro fabril de Sancti Spíritus se encuentran en La Habana, y son el resultado de la desactivación de más de 2,5 millones de refrigeradores y cerca de 300 000 acondicionadores de aire domésticos durante la Revolución Energética.
El gas lo recibirán —destacó el especialista— en cilindros de 20 kg y será dosificado a razón de 0,1 kg por tonelada de clínquer producida en la fábrica. En más de 20 años se prevé la destrucción total de esos gases, lo que permitirá una reducción considerable de la afectación a la capa de ozono.
En el territorio espirituano se han adoptado todas las medidas de seguridad para el funcionamiento de la industria, a pesar de que de presentarse algún fallo técnico los CFC no son inflamables ni dañinos para el hombre, solo son perjudiciales a la capa de ozono.
La planta de destrucción de SAO que está en fase de ajuste técnico para su puesta en marcha es resultado del empeño entre el Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, mediante el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), y Cuba.