La estrategia cubana para diagnóstico del VIH-SIDA se caracteriza por su amplia cobertura, detección temprana, algoritmos que garanticen alta sensibilidad y especificidad, un programa de evaluación externa de calidad y contar con tecnología propia, aseguró Hector Díaz, especialista del Laboratorio de Investigaciones del SIDA (Lisida), durante la apertura del XXIII Congreso Centroamericano y el Caribe de Medicina Interna, que sesiona en La Habana.
El investigador señaló que aun cuando cada año en el país se diagnostican nuevos casos, la epidemia mantiene una baja prevalencia, 0,19 por ciento (la menor de América Latina, 0,4 por ciento, y el Caribe, 0,9 por ciento).
En conferencia magistral el Díaz resaltó que en la isla se mantienen eliminadas, como problemas de salud, la transmisión del VIH por sangre y la transmisión materno-infantil.
Señaló que los hombres que tienen sexo con hombres son los más afectados, y ha decrecido la cantidad de individuos que el sistema diagnostica tardíamente.
Más de 8 000 personas se encuentran en la actualidad bajo terapia antirretroviral, y de forma sostenida, desde 2007, más del 90 por ciento de los que reciben tratamiento habían sobrevivido al cierre del 2012.
Díaz destacó el papel que juegan los médicos internistas en el Programa Nacional de VIH-SIDA, ya que están presentes en todos los niveles de atención, son integrantes activos y decidores en comisiones provinciales y nacionales.
A su juicio los galenos contribuyen a establecer las pautas nacionales de atención, trabajan por mejorar la adherencia a los tratamientos, disminuir el diagnóstico tardío y la mortalidad, y participan en la docencia e investigación.
En otro momento también se abordaron los desafíos y oportunidades actuales para controlar la pandemia, para lo cual se necesita pesquisar, testar y tratar personas infectadas por el VIH.
Curar al menos a una proporción de las infecciones existentes, prevenir nuevas infecciones con la puesta en práctica de programas detallados y combinados de prevención.
Existe una gran expectativa en el control efectivo de la pandemia al inicio de la cuarta década, a partir de la combinación de medidas preventivas y terapéuticas basadas en evidencias. Las vacunas continúan siendo la gran expectativa, concluyeron.
En el Congreso se tratarán temas como las actualidades terapéuticas de la hipertensión arterial, obesidad, fiebre de origen desconocido, tromboembolismo pulmonar y asma.
Los más de 300 participantes debatirán además sobre el cáncer y las nuevas posibilidades terapeúticas.