Recreacion del 'Shieldcroc', cuyos fósiles se enontraron en Marruecos. Autor: El Mundo Publicado: 21/09/2017 | 05:17 pm
Si hay un animal sobre la Tierra que parece prehistórico es el cocodrilo, pero también estos arcosaurios tienen sus ancestros y una nueva especie es lo que ha descubierto, en el desierto marroquí, el paleontólogo Casey Holliday, de la Universidad de Missouri (Estados Unidos).
Holliday y su equipo han bautizado con el apodo de «Shieldcroc» (cocodrilo con escudo) debido a que la piel gruesa de su cabeza le servía como protector. Según sus conclusiones, que publican esta semana en PLoS ONE, esta «Shieldcroc» sería el antepasado de todos los cocodrilos que hoy existen en África, por lo que su descubrimiento proporciona una valiosa información sobre su evolución y sobre medida para su conservación.
El «Aegisuchus witmeri», que es su nombre científico oficial, vivió hace unos 95 millones de años, en el último periodo del Cretácico, cuando los dinosaurios eran los que dominaban la tierra. Sin embargo, en los últimos tiempos se están encontrando tantos restos de cocodrilos y tan diversos que algunos paleontólogos ya empiezan a hablar de la Era de los cocodrilos, según explica Holliday en un comunicado de su universidad.
El investigador americano no fue quien encontró el fósil en Marruecos. El fragmento del cráneo cayó en sus manos después de pasar varios años en el Museo Real de Ontario (en Toronto, Canadá), donde estaba expuesto, sin que se hubiera estudiado con profundidad. Otras protuberancias y abolladuras en el cráneo indicaban que por allí pasaban venas sanguíneas en torno a un área circular, algo que no se había visto antes en ningún cocodrilo
Este protector, según el investigador, probablemente lo utilizaría para exhibirse para atraer a las hembras y también para intimidar a los enemigos. Incluso, apunta, puede que fuera un termorregulador que le ayudara a controlar la temperatura corporal.
El estudio lo completó comparando este fragmento con cráneos de otros cocodrilos y encontró que era bastante más plano que los que ya se conocían.
Pero Holliday cree imposible que el «Shieldcroc» luchara con los dinosaurios cuando se encontraban ambos en las cercanías de las playas porque sus mandíbulas no lo permitían; eran más adecuadas para atrapar peces. «Pensamos que su cara alargada funcionaba como una trampa para pescar», añade su colega, y coautor del trabajo, Nick Gardner, postdoctoral de la Universidad de Marshall.
«Es posible que se quedara muy quieto, en posición de espera, hasta que un confiado pez pasaba por delante. Entonces, si lo hacía suficientemente cerca, abría su tremenda boca y se los comía sin necesidad de luchar, lo que elimina la necesidad de tener una potente mandíbula», comenta Holliday.
Además, los investigadores han logrado determinar el tamaño total del reptil. Estiman que debía medir un metro y medio de ancho por nueve y medio de largo.
(Tomado de El Mundo.es)