Los bebés de tres meses reconocen los ruidos ambientales, destacan especialistas en un reciente estudio publicado en la revista especializada Current Biology, reporta PL.
La investigación incluyó más de 20 niños en fase de sueño, a los que se les aplicó una resonancia magnética. Estos infantes podían identificar el llanto humano y hasta el ruido del agua corriendo, destacan los autores, del King College de Londres.
Los recién nacidos prefieren escuchar la voz de su madre y su lengua natal y también son capaces de diferenciar entre las voces de hombres y mujeres, niños y adultos, destacan los especialistas.
Como parte de los ensayos, los investigadores reprodujeron voces humanas que expresaban tristeza. En ellos, explican, se activaba la corteza temporal, la misma región del cerebro que en los adultos.
Para los autores, la adquisición de esa habilidad a tan temprana edad es la primera preparación que desarrollamos los seres humanos para enfrentarnos a las relaciones sociales.
La voz humana es un estímulo social muy importante. Esto explica por qué el cerebro la procesa tan temprano, destacó Anna Blasi, una de las coautoras del estudio.