La repoblación de la fauna en zonas afectadas este año por el derrame de petróleo en el Golfo de México recibirá la contribución de la profusa biodiversidad marina y la ubicación geográfica de la pinareña península de Guanahacabibes.
Según reseña la AIN, ese es el criterio de científicos de esa Reserva de la Biosfera, situada en el extremo más occidental de Cuba. Medios digitales de esa región citan un documento con detalles acerca del análisis de las relaciones biogeográficas de las especies en el área.
El texto refiere la elevada afinidad, sobre todo de la malacofauna (fauna de moluscos) marina de Guanahacabibes, con la reportada en los cayos del sur de la península de la Florida y las Bahamas Occidentales y, por tanto, destaca el impacto beneficioso allí del flujo o emisión natural de larvas de invertebrados.
Los expertos afirman que las larvas de esos y otros ejemplares son arrastradas y dispersadas hacia latitudes más altas por la poderosa corriente del Golfo de México, así como por los giros ciclónicos y anticiclónicos, y de su retención, se encargan las corrientes litorales.
Ello contribuirá, afirman, a la recuperación de la fauna del mar, seriamente dañada, a causa del hundimiento de una plataforma petrolera de la empresa British Petroleum.
La Península de Guanacahabibes es considerada en el país como la mayor zona de endemismo en su biota marina, con unas 27 especies exclusivas. Existen allí 17 especies de moluscos terrestres, 773 especies de moluscos marinos, de las cuales 23 son nuevos registros para la fauna marina de Cuba y 62 especies descritas, que tienen en Guanahacabibes su localidad tipo.
Están presentes además, 39 especies de esponjas, 83 de celenterados, 76 de artrópodos y 201 de peces.