Los especialistas suelen fijarse en una huella característica de la luz emitida por el hidrógeno, denominada línea Lyman-alfa, para estudiar la cantidad de astros formados en el universo muy distante. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 04:55 pm
Una gran parte de las galaxias cuya luz ha tardado 10 000 millones de años en llegar a la Tierra, se ha pasado por alto en las observaciones del universo lejano. Los astrónomos lo intuían, pero ahora lo ha demostrado un equipo internacional que ha hecho un sondeo especial del cielo con los grandes telescopios europeos VLT, en Chile.
Los especialistas suelen fijarse en una huella característica de la luz emitida por el hidrógeno, denominada línea Lyman-alfa, para estudiar la cantidad de astros formados en el universo muy distante. Pero gran parte de esa luz precisamente queda atrapada en la propia galaxia, en el polvo y el gas interestelar, de manera que no llega a los telescopios y la galaxia no se ve.
«Los astrónomos siempre supieron que les faltaba una fracción de las galaxias en los sondeos Lyman-alfa, pero ahora, por primera vez, tenemos una medida concreta, y la cantidad de galaxias que se estaba perdiendo es enorme», comenta Matthew Hayes (Universidad de Ginebra), autor principal de la investigación, en un comunicado del Observatorio Europeo Austral (ESO). Los resultados del trabajo, en el que ha participado el español J.Miguel Mas-Hesse, del Instituto de Astrobiología (CSIC-INTA), se publican en la revista Nature.
Lo que han hecho estos astrónomos es, primero, observar una zona concreta del cielo, denominada GOODS-Sur, con un filtro especial colocado en la cámara Fors (de luz visible) de uno de los cuatro telescopios VLT, con espejo principal de 8,2 metros de diámetro cada uno, propiedad del ESO. En este primer sondeo se han centrado en la tradicional línea Lyman-alfa. Después han utilizado otra cámara, la nueva Hawk-I (infrarrojo cercano), de otro de los VLT, para explorar la misma zona del cielo pero centrándose en una diferente huella de luz, la línea H-Alfa, también emitida por el hidrógeno, y han comparado los resultados. Se han centrado en galaxias que están a 10.000 millones de años luz (desplazamiento al rojo de 2,2).
Con esta estrategia, Hayes y sus colegas han demostrado que las observaciones que utilizan sólo la tradicional línea Lyman-alfa pierden una gran parte (hasta el 90%) del total de luz emitida en el universo profundo. «Ahora que sabemos cuánta luz hemos pasado por alto, podemos comenzar a crear representaciones del cosmos muchos más precisas, entendiendo mejor la velocidad con que se formaron las estrellas en las diferentes épocas de la vida del universo», ha comentado Mas-Hesse.
Tomado de El País