La memoria popular viaja hasta el año 1937, cuando la niña de 16 años Sofía Tata Loyola murió quemada, gritando vivas a su barrio El Carmen. El médico que asistió el deceso dijo entonces que ya las parrandas contaban con su primer mártir
Sobre otro formato para atesorar el conocimiento
Ferdydurke se titula el texto de Witold Gombrowicz que ahora publica Arte y Literatura, un nombre que alude al sinsentido, un bautismo de absurdos