Muchos en Túnez tomaron las calles para protestar contra el golpe de Estado en el vecino Egipto. Autor: Alalam Publicado: 21/09/2017 | 05:36 pm
EL CAIRO, julio 13.— El Partido Libertad y Justicia (PLJ) de Egipto, brazo político de la Hermandad Musulmana (HM), no participará en el proceso político del país luego de que el Presidente fuera destituido por un golpe de Estado del ejército el pasado día 3, anunció este sábado un asesor de la agrupación, mientras el Primer Ministro designado proseguía sus gestiones para formar gabinete.
El partido rechaza un mapa de ruta de transición anunciado por el ejército luego de la asonada que destituyó a Mohamed Mursi, dijo a Xinhua Ahmed Sobei, asesor de medios de comunicación del PLJ, e indicó que la HM no reconocerá al Gobierno de transición, la declaración constitucional o ningún otro procedimiento resultado del golpe.
En tanto, el primer ministro designado tras el golpe, Hazem el Beblawi, se entrevistó por teléfono con los candidatos a integrar el próximo gabinete interino, que tendrá unos 30 ministros, y señaló que comenzará a recibirlos con la esperanza de tener completa la lista de nombres el próximo martes, dijo EFE.
Reiteró que no descarta mantener en sus puestos a ministros del PLJ que desempeñaban funciones en el Gobierno de Mursi, a pesar de la negativa de ese partido.
Este sábado se reportaron protestas a favor de Mursi en la vecina Túnez, en respuesta a un llamado de Ennahdha, partido islámico en el Gobierno de esa nación.
Miles de árabes en Israel también se manifestaron en la localidad de Kfar Kana, en Galilea, para expresar su apoyo a Mursi y a la HM, según la edición digital del diario Yediot Aharonot, citada por EFE.
Por su parte, la HM egipcia y el PLJ, convocaron para mañana lunes a una concentración, la que planean como «la más grande manifestación popular contra el golpe militar», reportó ANSA.
Mientras, la Fiscalía anunció la apertura de una investigación contra el depuesto Presidente islamista y varios líderes de la HM y el PJL, por varias denuncias, como la de colaborar con cuerpos extranjeros para dañar los intereses nacionales, incitar a la muerte de manifestantes, atacar puestos militares y dañar la economía.
Es extraño que la Fiscalía haga públicas las acusaciones, lo que algunos analistas interpretan como un «golpe de presión» para los seguidores de Mursi, y también un intento para «justificar el golpe en el plano internacional», apunta ANSA.