Maria Luiza Ribeiro Viotti, embajadora de Brasil ante la ONU. Autor: Internet Publicado: 21/09/2017 | 05:05 pm
NACIONES UNIDAS, febrero 1.— Brasil asume hoy la presidencia del Consejo de Seguridad en medio de un panorama mundial marcado por multitudinarias revueltas en Túnez y Egipto y las dilatadas crisis en Haití, Medio Oriente y Costa de Marfil, informa PL.
En su primer día en ese cargo, la embajadora brasileña ante la ONU, Maria Luiza Ribeiro Viotti, presenta su programa de trabajo para febrero a los Estados miembros de la organización y mañana lo hará ante la prensa acreditada.
La presidencia del Consejo de Seguridad es rotativa cada mes y por orden alfabético de los países que lo integran.
La diplomática suramericana reemplazó en esa función al representante permanente de Bosnia y Herzegovina, Ivan Barbalic, quien la ejerció durante enero.
Según se informó, bajo la presidencia brasileña el órgano de 15 miembros realizará una sesión de debates sobre el tema Paz, Seguridad y Desarrollo, en la cual participará el canciller de Brasil, Antonio Patriota.
En estos momentos, la ONU y el Consejo están enfrascados en el desarrollo de los acontecimientos en Haití, donde aún está pendiente el desenlace de una crisis poselectoral rodeada de sorpresivos elementos y protagonistas.
En ese sentido, destacan hechos como la pretensión de la Organización de Estados Americanos de cambiar el resultado de los comicios de noviembre, de cara a la segunda vuelta electoral, aún con fecha indeterminada.
Esa maniobra se produce dentro del impacto causado por el regreso del ex dictador Jean Claude Duvalier al país antillano y el posible retorno del ex presidente Jean Bertrand Aristide.
Haití está inmerso en las consecuencias de la catástrofe ocasionada por el terremoto de enero del año pasado y que cobró la vida de unas 300 000 personas y de una epidemia de cólera que desde octubre último ha ocasionado más de 4 000 muertos.
Otro tema candente en la mesa del órgano de 15 miembros de la ONU es el conflicto en Costa de Marfil, marcado por la existencia de dos contrincantes que se consideran ganadores de las elecciones del 28 de noviembre.
Naciones Unidas aparece en el eje del problema al proteger a uno de ellos, Alassane Ouattara, y reclamar la retirada de su adversario, el presidente saliente Laurent Gbagbo, quien a su vez exige la salida de las fuerzas de la ONU estacionadas en ese país africano.
Por otro lado, el Consejo de Seguridad debe actuar en torno a un proyecto de resolución auspiciado por más de 100 Estados miembros y que exige el cese de la construcción de asentamientos israelíes en los territorios árabes ocupados.
Ese texto fue presentado el mes pasado ante la intransigencia de Israel de avanzar en su plan de colonización en esas tierras, lo cual mantiene paralizadas las negociaciones del proceso de paz en el Medio Oriente.
Y se trata de una región sacudida desde comienzos de este año por masivas protestas populares que ya hicieron caer al gobierno del presidente de Túnez, Ben Alí, y tienen en vilo al del mandatario de Egipto, Hosni Mubarak.
El Consejo lo integran Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia y China como miembros vitalicios con el privilegio del veto, y Brasil, Líbano, Nigeria, Gabón, Bosnia y Herzegovina, India, Colombia, Sudáfrica, Alemania y Portugal (no permanentes).
Brasil es el país latinoamericano que más veces ha ocupado un asiento en esa instancia con 10. Las anteriores fueron en los períodos 1946, 1951, 1954, 1963, 1967, 1988, 1993, 1998 y 2004.
Los otros son Argentina (ocho ocasiones) Colombia (siete), Panamá (cinco), Chile, México, Perú y Venezuela (cuatro), Costa Rica, Cuba y Ecuador (tres), Bolivia, Nicaragua, Guyana y Jamaica (dos) y Honduras, Paraguay, Trinidad y Tobago y Uruguay (una).