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El libro «sospechoso» de un bloguero cubano

Iroel Sánchez, autor del blog La pupila insumne, dialogó con JR sobre la publicación del libro Sospechas y disidencias: una mirada cubana en la red, un compendio de sus post aparecidos en la web

Autor:

Jaisy Izquierdo

Sospecha Iroel Sánchez que desde que abrió su blog La pupila insomne se convirtió en un periodista «disidente». Como tal lo reconoce también el español Pascual Serrano, en las páginas primeras del libro que recoge algunos de sus post publicados en la web: estamos en presencia de un «disidente del periodismo que miente y disidente de los grupos que creen que con dinero lograrán convencer a los cubanos».

Desde que en 2010 su bitácora en Internet vio la luz, Iroel no ha parado de escribir. Tal vez porque se considera a sí mismo una especie de centauro, mitad ingeniero y mitad periodista; el fundador de la revista digital La Jiribilla y coordinador de la enciclopedia colaborativa cubana EcuRed, ha combinado el ejercicio del periodismo digital con su expresión más personal, la del bloguero.

Sobre Sospechas y disidencias: una mirada cubana en la red, publicado por la Editora Abril, conversa Iroel con JR, en un diálogo que abarca el complejo tejido virtual que es la blogosfera para los cubanos.

—¿Cómo valoras el estado actual del fenómeno de los blogs en Cuba?

—Creo que está determinado en gran medida por las condiciones de accesibilidad con las que cuenta la Isla para adherirse a esa tecnología, a través de los centros educacionales, científicos y de comunicación, así como en los círculos de la intelectualidad. La blogosfera nuestra es a la vez una zona heterogénea donde se habla de cultura, política, artes, deporte... en la cual tratamos de asumir una realidad que en muchas ocasiones no llega a la red, pues nuestro país es un escenario particular que se ve desde fuera con una mirada muy polarizada, sobre todo a través de los medios de comunicación.

«Esto ha condicionado que estas voces blogueras que trabajan desde adentro han tenido que demostrar que son auténticas, que hablan en primera persona y no por «dictámenes gubernamentales». Los blogueros criollos, con todos los problemas de conectividad que enfrentamos, seguimos insistiendo por nuestra cuenta en enriquecer la mirada sobre Cuba, más allá del panorama mostrado por los medios de comunicación cubanos o foráneos».

—¿Cuál es tu postura como bloguero?

—Nadie es neutral en un tren en marcha, decía Howard Zinn en el título de un libro. La neutralidad es una mentira. No escondo mi intencionalidad política en mis escritos; lo que sí intento es expresar mis criterios con rigor para defender mis ideas, los valores en que creo y los del mundo al que pertenezco. En Sospechas… dedico un post que se llama Felices los neutrales —parafraseando el nombre de un gran poema de Retamar— al libro de un amigo sobre cinco periodistas extraordinarios: John Reed, Rodolfo Walsh, Edgar Snow, Ryszard Kapuscinski y Robert Capa. «Aunque todos fueron militantes revolucionarios, nadie discute que son a la vez increíbles periodistas, y fueron grandes porque abordaron la realidad desde un compromiso, pero también desde una gran honestidad. El periodismo debe ser primero el ejercicio de un convencido, no el de uno que trata de convencer a ultranza».

—¿No te parece que este periodismo en la red es una gota en un mar?

—Es un periodismo a contracorriente que se enfrenta a aquellos que se empeñan en mentir, en manipular los hechos. En el libro publico las respuestas a un cuestionario que contesté extensamente para la agencia norteamericana AP, del cual solo dos líneas fueron incluidas luego en la nota de la agencia. El hecho de que necesiten tu silencio me confirma el valor modestísimo de lo que uno dice, que para nada es la voz de una sola persona, sino que se trata de un torbellino en el que te vas envolviendo y en el que, como dice Silvio Rodríguez, «más de una mano en lo oscuro me conforta». Esta compañía se hace visible en los comentarios que la gente escribe y en trabajos originales que amigos e intelectuales me envían para que los publique en mi espacio.

«Escribo porque necesito expresar lo que pienso. Aunque sea un rasguño en la piedra, como diría Lezama, si es sistemático, quizá terminará horadándola».

—¿Por qué apelas a un estilo cargado de ironía y de interrogaciones?

—Desde hace mucho tiempo me inquieta el hecho de ver cómo se miente sobre mi país con tanta impunidad. Hay que alcanzar la serenidad suficiente para que la indignación no te conduzca a equivocaciones, a escribir con un exceso de adjetivos, a privilegiar la opinión por encima de los hechos.

«Goebbels, el ministro de propaganda nazi, decía que las masas no tienen memoria; yo diría que más bien se apuesta por tratar de borrársela. Ahora mismo durante la campaña electoral de Venezuela, los antichavistas le pusieron a su comando de campaña el nombre de Simón Bolívar; precisamente ellos que en el golpe de Estado a Chávez lo primero que hicieron fue borrar la palabra “Bolivariana” del nombre de la República.

«Por eso prefiero hablar de “lo obvio”, de esas cosas que los grandes medios manejan pero ninguno publica; y para divertirme con lo que escribo, lo sazono con un poco de sarcasmo o de ironía».

—¿Qué importancia le otorgas a los blogs e Internet dentro de una sociedad como la nuestra que trabaja por actualizarse?

—Mi libro termina afirmando que con Internet hay que hacer como pidió el Che que hiciéramos con las universidades: pintarla de negro, de mulato, de obrero y de campesino.

«Tenemos a favor que Cuba ostenta el cuarto nivel mundial de habilidades en las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Todo niño y adolescente en nuestro país, viva donde viva, y sean quienes sean sus padres, tiene en cada escuela computadoras y maestros de informática a su disposición. Pero luego es un desafío desarrollar y aprovechar estas habilidades, por lo que se necesitan recursos y políticas que fomenten la participación desde abajo, en dependencia de lo que las personas tengan para aportar y no del dinero que posean. El potencial que la Revolución ha formado en las esferas científica, tecnológica, cultural, educativa y otras tantas, tenemos que convertirlo en fuente inagotable para visibilizarnos en la Red de redes.

«Un objetivo del Gobierno norteamericano es impedirnos el acceso a estas tecnologías y limitarnos los recursos financieros para obtenerlas, mientras gasta decenas de millones de dólares en facilitárselos a la quinta columna que alimenta aquí para que usurpe la expresión de los cubanos. Es cínico que hagan eso y nos presenten como enemigos de Internet, a la vez que presionan para que sea el mercado el que regule entre nosotros el acceso y la participación en la gestión de la información y el conocimiento y condenemos para siempre a las mayorías a una brecha cultural insalvable».

—¿Cómo consideras que influirán en el desarrollo de la blogosfera cubana la expansión de los servicios de conectividad en Cuba?

—Al menos en esta etapa inicial, la participación en estos espacios de la blogosfera tendrá que continuar siendo mayoritariamente desde los accesos sociales e institucionales.

En la medida en que bajen las tarifas y se extienda el acceso a Internet —algo que, como se ha dicho, es el objetivo de la estrategia que se aplica— los blogueros cubanos serán más leídos y también más acompañados.

«A la vez, será la derrota de quienes han gastado millones en construir una “Internet a la carta” para alentar la subversión contra Cuba mientras intentan secuestrar, con su cerco financiero y tecnológico, la expresión de la mayoría de los cubanos en la red.

«Como le dije a la agencia AP en otra entrevista reciente, de la que en vez de dos líneas solo publicaron dos palabras, “ellos saben que mientras más estudiantes, trabajadores e intelectuales cubanos —fuera de los empleados que pagan aquí para su estrategia subversiva— puedan expresarse en Internet, peor les irá en su intento de utilizar la red como un escenario de guerra contra Cuba”».

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