José Ramón Machado Ventura, vicepresidente de los Consejos de Estados y de Ministros de Cuba, pronuncia un discurso en la Plaza Mariana Grajales, de Guantánamo, por el 59 aniversario del Día de la Rebeldía Nacional. Autor: ACN Publicado: 21/09/2017 | 05:23 pm
Compañero Raúl;
Compañeras guantanameras y guantanameros;
Compatriotas de todo el país:
Celebramos el acto nacional por el aniversario 59 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en esta tierra guantanamera, escenario de numerosas batallas por alcanzar y preservar la independencia y la justicia para todos los cubanos, y cuna de muchos protagonistas de esas hazañas, desde la resistencia de los esclavos cimarrones la incorporación de cientos de patriotas a las gestas libertarias, sobre todo a partir de la brillante campaña de Gómez, Maceo y Guillermón Moncada en 1871, que prácticamente liquidó un emporio cafetalero que aportaba cuantiosos recursos al régimen colonial.
Y cuando la guerra se reanudó en 1895, por las costas de Guantánamo regresaron a la patria Martí, Gómez, Antonio y José Maceo y Flor Crombet, junto a un ínfimo contingente de combatientes, que en cuestión de días se transformó en poderosa fuerza, al sumársele quienes ya combatían en estas montañas, pues Pedro Agustín Pérez y su tropa estuvieron entre los primeros en alzarse en armas.
Después vino la frustración de los ideales independentistas con la intervención de los Estados Unidos, de la que aún resta una importante secuela muy cerca de aquí: la base naval de Guantánamo.
Continuaremos denunciando tan flagrante violación del derecho internacional, hasta que Cuba ejerza la soberanía sobre esa porción de nuestro territorio. Jamás bajo ninguna circunstancia renunciaremos a recuperar este pedazo de suelo.
En la etapa neocolonial fueron notables las luchas campesinas en esta región como acaba de mencionar el compañero Torres en su intervención de las que son símbolo el Realengo 18 y El Vínculo donde fue asesinado Niceto Pérez.
Con tales antecedentes era lógico que la batalla definitiva por la independencia y la justicia encontrara aquí tierra fértil. Destacadas fueron las acciones para apoyar el desembarco del Granma. El movimiento clandestino y posteriormente las guerrillas que ya actuaban en la zona, constituyeron importante base para la constitución del Segundo Frente Oriental «Frank País», gran parte de su considerable territorio integra hoy esta provincia.
El apoyo resuelto de la población de las montañas, junto a la incorporación de numerosos hijos e hijas de esta tierra guantanamera al Ejército Rebelde, resultaron decisivos para que día a día, combate tras combate el Segundo Frente cumpliera la misión que el Comandante en Jefe le asignara antes de partir de la Sierra Maestra.
No han sido menores los esfuerzos y sacrificios realizados desde el primero de enero de 1959.
Si en todo el país ha sido necesario avanzar en medio de las limitaciones derivadas de ser un país pequeño y sometido a la permanente guerra económica e ideológica, aún así en dos ocasiones: 1985 y 1995, Guantánamo ganó la emulación especial vigente hasta el pasado año, para otorgar la sede del acto central por el 26 de Julio.
Como fue informado oportunamente, se decidió variar la forma de selección, pues no es justo basarse en un conjunto de índices sobre los resultados económicos y sociales de las provincias, sin considerar que ninguna es igual a otra. Todas deben luchar en lo adelante por alcanzar el cumplimiento de sus planes, con énfasis particular en lo económico. Los resultados deben ser integrales, en lo posible, pero la sede será decidida por el Buró Político de manera rotativa.
Seguros de expresar el sentir de nuestro pueblo, les transmitimos, en nombre de la dirección de nuestro Partido y especialmente de Fidel y de Raúl, la más calurosa felicitación a las guantanameras y los guantanameros, y con ellos a los dirigentes del Partido, el Gobierno y las organizaciones de masas y sociales de la provincia, encabezados por el compañero Luis Torres Iríbar, a quien es justo reconocer la consagración a la misión encomendada y su contribución a los resultados alcanzados.
Ya él se refirió hace unos momentos a las principales tareas acometidas. Al incremento de producciones decisivas del territorio como el café, el cacao y los productos forestales y frutales. Sin olvidar que se está todavía lejos de lo que se necesita y de los rendimientos que deben alcanzarse.
Además quedó una importante deuda pendiente: el incumplimiento del plan de producción de azúcar. Esta vez la industria fue el talón de Aquiles y hay que adoptar las medidas que garanticen que la situación sea otra desde el arranque de la zafra 2012-2013.
En ningún frente ha habido saltos espectaculares, pero hemos podido constatar que existe más organización, disciplina y exigencia, acompañadas de un mayor compromiso, responsabilidad y entusiasmo de los colectivos laborales. Con esas premisas, si nadie se duerme en los laureles, es posible consolidar lo alcanzado y no volver a retroceder, que es lo más importante.
Ya funciona el trasvase, como aquí se expresó, que garantiza el agua al valle de Caujerí y se trabaja en el sistema de riego que concibió el jefe de la Revolución cubana compañero Fidel Castro; está a punto de concluir el nuevo enlace por carretera con Santiago de Cuba y se avanza en los servicios de gastronomía y en el embellecimiento de la capital provincial y otras poblaciones, por solo mencionar algunas de las obras.
Son muchos los problemas que aún restan y no todos se podrán resolver con la brevedad que quisiéramos. Pero puedo asegurarles que se seguirá buscando a cada uno la solución más racional y al alcance de las posibilidades de la economía, según la prioridad establecida. Al respecto puedo informarles que se dará continuidad a una obra muy necesaria y de gran envergadura: el acueducto de la ciudad de Guantánamo.
Compañeras y compañeros:
Los lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido marcan el camino para la actualización de nuestro modelo económico, condición imprescindible para mantener los logros sociales alcanzados por la Revolución, bajo los principios de racionalidad, realismo y eficiencia en el empleo de los recursos, y a la vez satisfacer paulatinamente las necesidades de la población.
No me extenderé en la marcha de la implementación de los Lineamientos y de los resultados de la economía en el semestre recién concluido, asuntos analizados hace pocos días por el Consejo de Ministros, el Pleno del Comité Central del Partido, y la sesión ordinaria de la Asamblea Nacional del Poder Popular. En especial, las conclusiones del compañero Raúl en esta última, trazan orientaciones precisas sobre cómo actuar en lo adelante.
Los enemigos de la Revolución -tanto los de afuera como los de adentro-, bajo la sombrilla de la crítica a una supuesta lentitud o poca audacia de las medidas adoptadas, ocultan sus verdaderas intenciones de restaurar el régimen de oprobio existente en Cuba hasta 1959.
Continuaremos reforzando la institucionalidad del país, pensando y planificando en detalle cada nueva decisión, y exigiendo al ponerla en práctica que el control y seguimiento a cada tarea sean efectivos y verdaderos. El asunto no consiste en resolver un problema a costa de crear otro, sino en encontrar soluciones definitivas para no retroceder posteriormente.
No ignoramos las limitaciones materiales que muchas veces impiden avanzar al ritmo que quisiéramos, la mayoría derivadas de la crisis económica que hoy azota al planeta y ha disparado los precios de los combustibles, los alimentos y prácticamente todo lo que el país importa, dificultades multiplicadas por el bloqueo.
Pero no permitiremos que esas reales limitaciones se utilicen como pretexto por quienes siguen actuando por inercia, sin iniciativa ni espíritu de pelea frente a las dificultades. Esos que esgrimen constantemente como justificación lo que falta, en vez de aprovechar al máximo los recursos disponibles. Hay que declarar la guerra sin cuartel al derroche, la indolencia y las actitudes negligentes o burocráticas.
El pasado mes de enero realizamos la Primera Conferencia Nacional del Partido, que aprobó cien Objetivos de trabajo encaminados a perfeccionar la labor de la organización, en correspondencia con las tareas y circunstancias actuales. Con igual propósito orientó a la UJC y las organizaciones de masas revitalizar sus estructuras y contenido de trabajo.
Tenemos el deber, en primer lugar los militantes del Partido y la Unión de Jóvenes Comunistas, de fortalecer aún más el vínculo con los trabajadores y la población en general; de buscar los mejores métodos que nos permitan escuchar cotidianamente y sobre todo tener en cuenta sus críticas, opiniones y sugerencias para cumplir lo acordado; de predicar con el ejemplo y enfrentar los errores y actitudes incorrectas con valentía y en la forma adecuada a cada circunstancia, de explicar con argumentos convincentes la política de la Revolución y las razones de cada medida. A ello debemos dedicar todos nuestros esfuerzos y energías.
Como la Revolución ha hecho invariablemente, cada decisión trascendente será consultada con los trabajadores encargados de llevarla a cabo e incluso con todo el pueblo cuando resulte necesario.
Por ese camino continuaremos avanzando y haciendo cuantos cambios se requieran, sin ceder un ápice ante las presiones del enemigo y enfrentando resueltamente sus agresiones en cualquier terreno.
No estamos solos en esa decisiva batalla por preservar nuestro derecho a la independencia y a una vida digna. Contamos con la solidaridad de muchas mujeres y hombres de vergüenza en todos los confines del planeta. La verdad y la justicia tarde o temprano terminan por imponerse.
El respaldo cada vez mayor a la justa causa de nuestros Cinco Héroes es muestra evidente de esa creciente solidaridad. Ratificamos a nuestros queridos hermanos el reconocimiento de sus compatriotas por tan valiente y digna actitud, junto al compromiso de no cejar en la lucha hasta lograr su definitivo regreso a la patria.
Contamos igualmente con la amistad y el apoyo de numerosos gobiernos y organizaciones progresistas, en particular del ALBA, de la hermana Venezuela y su líder, el Comandante Hugo Chávez Frias, entrañable amigo de Cuba.
Hoy podemos afirmar que no fue en vano el sacrificio de los mártires del 26 de Julio y de cuantos cayeron, antes o después, en defensa de la justicia y la libertad.
Como aquellos que en la mañana de la Santa Ana no dejaron morir al Apóstol en el centenario de su nacimiento, las actuales y futuras generaciones de revolucionarios mantendrán por siempre vivo el legado glorioso de los próceres de la patria.
¡Gloria eterna a los héroes y mártires del 26 de Julio!
¡Viva la Revolución!
¡Viva Fidel, ¡ Viva Raúl !
¡Viva Cuba libre!
¡Venceremos!