Acuse de recibo
Marta Alberti Lage (calle 49, no. 11619, 1er. piso, entre 116 y 118, Marianao, La Habana) cuenta que, con solo visitar el Registro Civil de ese municipio capitalino, uno puede percatarse de que «allí hay problemas de calidad y eficiencia en el servicio. Las personas van allí tres, cinco y siete veces; y en su mayoría se van sin el documento que buscan. Y las excusas son penosamente superficiales e inciertas».
Apunta que en febrero pasado su hija solicitó una inscripción de nacimiento. Cuando fue en marzo a recogerla, su segundo apellido, Alberti, aparecía como Albeti. La devolvió, y le orientaron recogerla días después, pues las inscripciones anteriores a 1978 están en el Registro Civil de Playa.
La séptima vez que Marta fue a recoger el documento le dijeron que en Playa cayó agua desde los altos en el Libro 376 donde está la inscripción de su hija, y todas las inscripciones de este libro se botaron. Además, supo que habían desaparecido todos los documentos del pasado 29 de mayo que debían entregarse en el Registro de Marianao.
«Si quieren resolver los problemas del Registro de Marianao, dice, hay que ir allí, sentarse y observar. Verá libros tirados en cualquier mesa, o en unos estantes llenos de polvo, con las hojas por fuera. Y trabajadoras de muy mal talante, que además se quejan con razón por la falta de agua, baño, computadoras y ventilador», concluye.
Isidoro M. Henríquez Rufino (calle 28 no. 4905, Nueva Gerona, Isla de la Juventud) revela que hace más de ocho meses no hay comunicación entre el Registro Civil de ese municipio y el unificado de La Habana, y no ha podido adquirir una certificación de nacimiento de su esposa.
Cuenta que contactó con la directora de Justicia municipal, quien amablemente notificó el asunto. Según le dijo la directora, la situación se resolvería. Pero aún todo sigue igual. El 25 de junio pasado Isidoro fue al Registro de la Isla y le dijeron que no había comunicación con el unificado. Solicitó hablar con la jefa de dicho Registro, quien muy atenta tomó los datos básicos. El 3 de julio volvió y todo seguía igual.
Aún así, Isidoro mostró certificaciones de nacimiento emitidas en distintas fechas, para ver si con ellas se podía hacer una transcripción. Y la respuesta fue negativa, pues estas no fueron originadas en ese Registro Civil, y sería una violación hacerlo.
Señala que el próximo 2 de septiembre su hija tiene cita en el Consulado español en La Habana. Para obtener el documento que necesita debe viajar a la capital, pues en Nueva Gerona no lo pueden recibir para que sea legalizado en el Minrex, ya que, según la funcionaria de la Consultoría Jurídica Internacional en la Isla, no se puede tramitar allí porque el documento no fue originado por el Registro Civil municipal. Para legalizar los documentos a partir de su entrega en Consultoría Internacional, el trámite se demora como mínimo 25 días hábiles. Por lo tanto, está al perderse la cita.
«¿Concuerda todo esto con el énfasis de nuestro Presidente en la necesidad de romper la burocracia y que el pueblo reciba un mejor servicio?», pregunta Isidoro.
José Agustín Rodríguez Cuevas (calle Muralla 43, apto. 307, La Habana Vieja, La Habana) denuncia que en el Registro Civil de la localidad de Zulueta, Remedios, Villa Clara, hay un error en su base de datos automatizada que afecta a todos los ciudadanos que solicitan documentos allí: aparece como Zuluetas, lo que es todo un disparate.
Zuluetense de nacimiento y de corazón, José Agustín viajó recientemente a ese poblado y solicitó una certificación de nacimiento que necesitaba. En ella aparece correctamente su lugar de nacimiento como Zulueta. Pero en los datos del Registro Civil que expide la certificación de marras, aparece tres veces Zuluetas.
Refiere el remitente que ante su reclamo, las dos amables trabajadoras que lo atendieron reconocieron el disparate, y comentaron que «la población se queja ante cada trámite, pero ellas no tienen facultad para enmendar el error que aparece en el sistema automatizado».