Acuse de recibo
Depende de cómo se perciba el grado de respeto de las instituciones y entidades a las quejas ciudadanas reflejadas en esta columna entre el 16 de abril y el 15 de octubre de 2017: Si miramos el vaso medio lleno, nos felicitamos, porque el 82 por ciento de los planteamientos fueron respondidos. Si tomamos el vaso medio vacío, hay inquietudes, pues nos intranquiliza que a estas alturas de la Cuba compleja, haya oídos sordos y silencios ante el 18 por ciento de esos reclamos.
Preferimos la opción de la inconformidad, aunque con respecto al período precedente se ganaron ocho puntos porcentuales en la asertividad de responder. A fin de cuentas ni siquiera hemos podido rebasar la cifra récord de esta sección en sus 20 años, establecida en similar período de 2014: 88 por ciento de respuestas a los reclamos.
La tabla acompañante es elocuente al reflejar la disciplina y la consecuencia institucional en unos casos, y la falta de estas en otros. Y es sintomático que haya tantos incumplimientos por parte de los órganos locales del Poder Popular y las direcciones y entidades subordinadas a aquellos, cuando deben ser los gobiernos los primeros celosos de atender a la ciudadanía.
El inventario de los asuntos más recurrentes de esta etapa lo encabezan los problemas en torno a la agonía de la vivienda en el país, con el 17,2 por ciento de las cartas: graves deterioros constructivos, peligro de derrumbes, deficiente terminación en nuevas casas entregadas, demoras y laberintos burocráticos en trámites de todo tipo y en la entrega de subsidios, ilegalidades impunes, litigios, desatención a casos sociales y críticos… entre muchos otros problemas.
A la vivienda le siguen, en orden descendente, asuntos de la salud pública (también el tema que más elogios y gratitudes alcanza), problemas laborales, acueducto y alcantarillado y transporte. Entre los cinco primeros tópicos reúnen el 50 por ciento de las misivas recibidas en el período.
El 80 por ciento de las cartas llegadas a JR corresponden a quejas y denuncias, y el 14 por ciento a elogios, felicitaciones y gratitudes por desempeños positivos y atenciones esmeradas de las entidades. Y un seis por ciento aúna, al mismo tiempo, críticas y reconocimientos.
La Habana, Holguín, Villa Clara, Granma y Santiago de Cuba son las provincias que más cartas tributaron, con el 64 por ciento del total de la correspondencia, la cual ya llega vía correo electrónico en el 59 por ciento de los casos. Y por género, predomina el remitente masculino, con el 54 por ciento del total.
De la suma general de respuestas recibidas, en el 72 por ciento de los casos se resolvió el problema después de publicado este en la columna. Ello, por un lado, refleja la movilización positiva que ejerce el Acuse... en la solución de disimiles asuntos. Pero, desde el enfoque inconforme, también arroja que muchos entuertos que aquejan a los ciudadanos vienen a enmendarse cuando son revelados en esta sección. ¿Por qué no antes? ¿No prevén ni detectan a tiempo los directivos los propios males que corroen a las entidades?
JR realiza el proceso del análisis de la información y las respuestas en dos períodos en el año.
En el 34 por ciento de las respuestas no se explican los motivos por los cuales no se habían atendido antes los asuntos señalados por los ciudadanos. Y en el 63 por ciento de estas no se revelan las medidas adoptadas, tanto las organizativas para que los dislates no se repitan, como las sanciones a los responsables directos de los males, las cuales en muchos casos se ciñen a amonestaciones, regaños y otros castigos menores. Y pocas veces se esclarece la responsabilidad de los niveles superiores, que no controlaron ni detectaron a tiempo los asuntos.
No pocas respuestas revelan la falta de integralidad en los análisis de los problemas, vaguedad e imprecisiones, espíritu justificativo y parapetos mentales en vez de profundas introspecciones autocríticas con soluciones de raíz. Perviven en algunos casos enfoques burocráticos y tecnicistas, alejados de la mirada humana, sensible y puntual que merecen los problemas ciudadanos.
No podemos obviar el reconocimiento a esas entidades que han ganado en la cultura de la retroalimentación, y ven a la sección no como un molesto enemigo, sino como un aliado en el mejoramiento de su gestión. Esas son las que responden con mayor integralidad y transparencia, con elevado sentido de responsabilidad pública.
¡Seguimos en pie!