Acuse de recibo
Los problemas causados a los clientes por irregularidades en el servicio eléctrico son comunes en esta columna, y lamentablemente los afectados sufren un largo rosario de esperas e incertidumbres.
El pasado 6 de enero reflejé aquí la molestia de la santaclareña Alejandrina Socarrás, a quien en octubre de 2006 le cambiaron el «breque» del metro contador de su vivienda. Y en lugar de instalarlo a la corriente de 110 voltios, lo hicieron a la de 220. Resultado: se le averiaron cuatro luminarias, un radio soviético VEF y un radio-reloj digital.
Ahí comenzó el calvario de Alejandrina. En muchas visitas a la Empresa Eléctrica, la respuesta siempre era: espere a que tengamos los equipos. En septiembre de 2008, a casi dos años del suceso, fue que le repusieron las cuatro luminarias. Pero sobre los dos equipos pendientes, le respondieron que quienes se los suministran no los tienen.
El 2 de septiembre de 2009, ya cansada de esperar, Alejandrina retornó. Y la respuesta fue que «esos equipos no existen ya en el mercado». Y entonces escribió a esta sección con toda razón, cuestionando por qué no se le había hecho justicia.
Al respecto, responde Norge Luis Morales, director de la Empresa Eléctrica de Villa Clara, quien señala que cuando ocurrió dicha afectación, la atención de los reportes de daños se realizaba por un grupo de trabajo provincial, por lo cual «la visita de diagnóstico a los casos reportados, en dependencia del número de ellos, en ocasión tenía demoras, situación que cambió al crearse la estructura y pasarse la atención a nivel de cada unidad empresarial de base (UEB) municipal».
Significa que, en cuanto a la reposición del radio reloj y el radio VEF, «a pesar de las múltiples gestiones realizadas a través del tiempo, ha confrontado dificultades con la oferta de este tipo de equipos por la red mayorista, logrando la adquisición de un número de ellos en la segunda quincena de diciembre de 2009, lo cual nos permitió dar solución a la casi totalidad de los equipos afectados a nuestros clientes».
Precisa el funcionario que entre los expedientes solucionados, está el de Alejandrina. Al momento de visitarla, ya se le habían entregado los equipos correspondientes. Y se continúan las gestiones con la red mayorista para la compra que solucione los casos pendientes.
Agradezco la respuesta, pero en nada se justifica que un cliente tenga que sufrir tanto tiempo por algo que él no generó. La Unión Eléctrica tiene que ser lo suficientemente autocrítica para reconocer que sus clientes no pueden entender el tiempo que demora en resarcir los daños que ocasiona en los equipos de ellos. Las deudas acumuladas y las ofertas de los mayoristas no pueden ser una excusa para quien ha sufrido pérdidas por irregularidades de esa entidad.
Elga Inogosa Navarro (Avenida del Rosario, esquina a C, El Rosario, Arroyo Naranjo, Ciudad de La Habana) es una señora de 78 años que sufre por mal ajeno, y no encuentra oídos receptivos. A nadie parece interesarle su problema.
Refiere la lectora que su vivienda está pegada a la válvula de suministro del agua, la cual está rota hace más de cuatro años. Y como consecuencia de ello, el líquido se acumula alrededor de su casa, y afecta a varios vecinos. Tal agresión está afectando los pilares de su vivienda, y de ello Elga envía una foto elocuente.
Confiesa que ha recorrido los canales pertinentes, y nadie le da solución a su problema: el director de Acueducto ni el Gobierno de Arroyo Naranjo. «Estoy cansada; no sé qué voy a hacer. Tengo una hija con impedimento físico y no puedo más. Acudo a ustedes como último recurso para que me ayuden. Soy una anciana y no me siento bien».