Para su despegue las naves o cohetes espaciales usan motores de reacción, conocidos como motores cohete, los cuales funcionan al expulsar hacia la atmósfera los gases que guardan en la cámara de combustión, los cuales, por lo general, son hidrógeno y oxígeno, lo mismo en estado sólido que líquido, e incluso híbrido, que actúan como combustible y oxidante para lograr el impulso.