Uno de los afrodisiacos más utilizados en todos los tiempos es el maní o cacahuete (Arachishypogaea). Sus altos niveles de ácidos grasos esenciales promueven la secreción de las hormonas que incentivan el deseo y mejoran la respuesta sexual. Es fácil de preparar y como además es rico en proteínas, es un magnífico alimento ligero para una sesión erótica prolongada.
A pesar de sus beneficios, no debe consumirse en exceso, sobre todo crudo, porque puede provocar irritación en el estómago, alterar la digestión o afectar la salud bucal debido a su dureza y alta concentración de grasas. Algunas personas le hacen alergia, así que es imprescindible alertar a la pareja para evitarnos el susto.