O.P: Por primera vez tengo novio y hemos comenzado a tener relaciones. Vamos despacio y nos va bien. Pero el sexo oral es uno de los temas que no terminamos de resolver. Él me lo ha pedido y también me gusta complacerlo. Temo perder la relación por mojigata.
Ir al paso del deseo, la curiosidad y el placer parece una buena estrategia. Las relaciones se van tejiendo día a día. Es posible que el apasionado encuentro los lleve a querer explorar cada parte del cuerpo amado e inventar caricias para el deleite. En ese contexto, podría llegar el día en que no haya nada excluido, temido, rechazado. Pero no es por mandato o simulación ni por cumplir pedidos que lo erótico nace. Ya algo los ha enlazado hasta llegar a este momento. Tal vez deban seguir despacio hasta encontrar el lugar que le darán al llamado sexo oral. Podría suceder que en verdad no disfrutes de esa u otra práctica, aunque tu pareja te la pida. Es preciso dar lugar a esa diferencia y encontrar cómo lidiar con ella. A veces se elimina de la relación, se realiza bajo determinadas condiciones o se compensa con otras prácticas que ambos disfruten. Cada pareja encuentra su estilo, en especial si aceptan que cada uno tiene derechos por establecer y defender. Es destacable que el sexo oral puede realizarse con condón, incluso en mujeres, y además es importante determinar el estado de salud de la pareja y definir si se confía en su compromiso de proteger la salud de ambos.