A.M.: Un amigo de la infancia no sabe cómo actuar ante su relación actual, ya que no quiere fracasar y cree amarla. Perdió sus parejas anteriores por celos y ahora se los traga, pero se pone mal si alguien la mira o si ella mira a otro hombre, aunque sea inofensivo, o si la llaman por teléfono, si va a trabajar, etcétera. El caso es que no tiene vida, está bobo con la muchacha y no quiere romper lo que han creado; pero teme no aguantarse un día y lastimarla. ¿Debe ir al sicólogo? ¿Qué puede hacer?
Parece estar advertido de que sus celos son suyos, los genera él con independencia de lo que ella haga. De ser así, no tiene sentido romper lo creado, pues los celos lo acompañan más allá de la mujer con quien esté.
Pareciera que el malestar se presenta ante la imposibilidad de poseerla al punto de aspirar a que ella no desee nada más que mirar y estar para él. Tal vez no se trate tanto de celos como de la impotencia de no tener todo el control, poder o exclusividad que desearía. Como la mayor parte de su malestar es producida por él mismo, es mejor dilucidar qué lo lleva a repetir estos celos que lo dejan solo.
Por otra parte, llama la atención que tema explotar, en lugar de conversar con ella sobre su drama, sin aspirar a que ella lo complazca y renuncie a todo por él. Está bien que limite los excesos que antes lo llevaron a perder sus vínculos, pero el hecho de que sienta que se aguanta y no busque la manera de digerir esos sentimientos atragantados conversando con alguien más, puede ser contraproducente para él mismo, por eso es atinado ver a un profesional.