L.A.: Me casé cuando tenía 17 años con un muchacho dos años menor que yo. Tuvimos nuestras peleas y rupturas como cualquier pareja de ahora, pero él siempre me mostraba que era el amor de su vida. Se decidió a dejarme el mismo día en que cumplíamos cinco años, lo cual me dolió mucho. Llevamos un año separados, y cada vez que lo veo creo que nunca lo dejaré de querer. Pero no quiero regresar con él. En realidad no sé qué es lo que siento. Y lo más triste es que no logro conseguir pareja. ¿Qué me pueden aconsejar? Tengo 23 años.
Quizá debas dedicar un tiempo más a ver y comprender lo que sientes. No dudes en buscar ayuda sicológica para hablar más de este proceso que te tiene en esta encrucijada.
Ya sabes que lo quieres como el primer gran amor que ha sido, aunque tal vez no quieras regresar hoy con él. No has sido quien decidió separarse; es él quien ya no muestra que eres el amor de su vida y eso duele. Requiere que pongas en palabras ese sentir que hoy no comprendes.
El amor, a través del ser amado, nos ayuda a respondernos quiénes somos y a encontrar soportable nuestra verdad sobre nosotros mismos. Para las mujeres, la pérdida de este lugar de amada puede resultar devastadora hasta encontrar otras coordenadas para orientarse.
Los procesos de separación van más allá de la decisión y acto de ruptura. Luego, se requiere comprender lo sucedido y reestructurar la cotidianidad. Cuando estés preparada, darás lugar a nuevos encuentros y a otro amor.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología clínica