O. D.: Hace un año y tres meses empecé mi actual relación. Tengo serios problemas porque no duro cinco minutos en el coito y mi eyaculación es casi inmediata. Ella no queda satisfecha del todo, aunque no se queja. Empecé a tener relaciones sexuales casi con 20 años, después de circuncidarme. Con todas las muchachas he tenido el mismo problema. Ya la situación me está preocupando mucho y no sé adónde dirigirme.
Llama la atención que esta preocupación aparezca después de tanto tiempo. Tal vez deba analizar qué cambió ahora. ¿Acaso comenzó a preocuparle la satisfacción de esta compañera que no se queja, pero deja ver su disgusto? ¿Qué otro aspecto de la situación podría haberlo inquietado tanto?
Sugiere que algo en la intimidad con las mujeres fue difícil siempre: posterga su inicio sexual hasta circuncidarse y lo sostiene por poco tiempo. ¿Qué relación podría tener esto con sus «serios problemas»?
El vínculo erótico con la pareja requiere ofrendar parte de la satisfacción propia en pos del lazo amoroso y aumentar el recorrido para encontrarse con el otro. Es todo un reto ceder parte del goce autoerótico para darle lugar a quien nos acompaña y permitir esa otra satisfacción que no se apareja a la nuestra.
Puede dirigirse a su médico de familia para que lo evalúe y remita al especialista más indicado en su caso. La mayoría de las veces dicha situación expresa la manera en que afrontamos la relación. Por eso sicólogos y sexólogos pueden tratar a los aquejados. Pero es recomendable la evaluación médica previa para descartar otras patologías orgánicas que condicionen la problemática.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Sicología Clínica