Juventud Rebelde - Diario de la Juventud Cubana

Y.B.: Me encuentro en una situación desesperante. El novio que he tenido durante cuatro años, el amor de mi vida, parece haber tenido una relación con otra chica. Según él, para emparejar la situación de lo que otros dicen de mí. Esto dio paso a fuertes discusiones y a la separación actual. Quiero salvar mi relación porque siento que mi amor por él está intacto. En estos últimos días me ha buscado y me ha dicho que también me quiere, pero temo no volver a confiar en él, que no funcionemos nuevamente como pareja, o peor, que se repita lo pasado. No sé si estoy haciendo lo correcto. Tengo 18 años. ¿Podría ayudarme?

Ya tendrás elementos para sentir qué es lo correcto para ti y quizá no debas apresurarte a decidir mientras dudes. No sabes qué pasará, pero sí te puedes guiar por tus sentimientos hasta hoy.

Tal vez sea oportuno reflexionar sobre lo que pudo acontecer al interior de la relación que aflojó el lazo entre ambos antes de la infidelidad. Si bien el amor puede estar intacto, no lo están los mecanismos que antes los enlazaban. ¿Qué cambió entre ustedes al punto de mermar la fuerza para resistir seductoras influencias ajenas?

La confianza por recuperar sería la de ambos respecto a su capacidad para arreglárselas con lo que inevitablemente falta en todo vínculo, más allá del amor y las satisfacciones. La infidelidad es solo una de las tantas maneras de suplir la distancia entre lo que se desea y alcanza en una pareja. Ya antes de esta crisis dejó de funcionar algo de lo que antes los unía, a pesar de las faltas, los comentarios ajenos o la tentación de lo novedoso. Habría que identificar lo que es e inventar maneras diferentes de arréglaselas con ello.

Mariela Rodríguez Méndez, Máster en Psicología Clínica