R.B.: Me encuentro desesperado. Mantengo una relación con mi esposa por más de 14 años, con la cual tengo dos niños. La amo, la deseo y me gusta mucho. Hace dos semana estábamos haciendo el amor y por una preocupación que tenía fui perdiendo la erección y quedamos los dos insatisfechos. Desde entonces, cada vez que estamos en la cama, he sentido el temor de no poder tener una buena erección y no lo he logrado. Mi esposa me recomienda que tenga calma, pues eso pasa, pero estoy desesperado. Pienso que es algo psicológico que me está martillando en cada encuentro, porque lo he intentado solo y sale de lo más bien. Por eso les pido ayuda. He pensado hasta consultar a un psicólogo. Tengo 40 años.
Tienes la respuesta en tus manos. Es preciso que vayas a tu esposa tal como cuando estás solo. La primera vez que quedaron insatisfechos tenías una preocupación, y ahora tienes otras. De manera que no has vuelto a esa cama sin el martillo de la imagen del fracaso. Tu esposa te sugiere de acuerdo con la sabiduría femenina. Esa calma implica dejarse llevar por el deseo y el amor que ella te inspira, olvidando esa imagen no-erecta que es una razón psicológica que lleva a muchos a esta situación.
Estas crisis suelen ocurrir en la vida de todos alguna vez. Lo peor es que se quiera provocar a voluntad lo que exige espontaneidad. Generalmente, suele aparecer una situación que permite dejarse llevar por el deseo y el saber que tienes para amar y disfrutar, de modo que rompas el círculo vicioso.
No obstante, si consideras que la situación se prolonga más de lo esperado, puedes consultar a un psicólogo. Otras cuestiones psicológicas podrían estar en juego para que te resulte tan desesperante una mala racha entre las tantas posibles en cualquier matrimonio.
Mariela Rodríguez Méndez. Máster en Psicología Clínica