P. D.: Me demoro demasiado en lograr la eyaculación en la relación sexual, hasta estar más de una hora sin poder terminar el acto sexual. El sexo es muy bueno con mi novia la primera media hora y quizá un poco más. Puedo satisfacerla con creces logrando darle varios orgasmos. Pero al final queda un sinsabor por no poder terminar, tanto en ella, como en mí. Con mi pareja anterior, casi siempre terminé mediante la masturbación. Para ella esto no era un problema en los cinco años que duramos. Ahora me está pasando lo mismo. He estado investigando y resulta que puede ser que esté padeciendo una eyaculación retardada y me dirijo a usted buscando ayuda.
El momento orgásmico no deja de experimentarse en el cuerpo propio. Sin embargo, se pueden encontrar maneras de dar lugar a ese goce privado en el interior del cuerpo del otro, en caso de que así se elija.
La literatura especializada describe más de una razón psicológica en la base de este retardo, que no acontece en todos por igual. Es importante ante este tipo de dificultad asistir a una consulta psicológica donde se pueda hablar de este y otros temas asociados hasta decidir si quisiera encontrar otros modos de implicarse durante el coito, de manera que no sea la mano propia la única capaz de dar el «toque mágico» para desencadenar el clímax privado.
La sexología ha nombrado eyaculación retardada a la demora o ausencia involuntaria de la eyaculación por seis meses o más, sin causa orgánica para ello. Tal como lo describes, suele ocurrir que la dificultad radique en el vínculo con la pareja. Se trata de un impedimento psicológico (involuntario, inconsciente) para terminar y depositar el semen durante el coito o penetración vaginal.