G.R.: Tengo un hijo de cuatro años y estoy con un hombre que no es su papá. No sé cómo tomar ciertas decisiones y tengo miedo que pueda hacerle algún daño al niño pensando en hacerle un bien. Siempre dormí con él en la cama, y ahora que me mudé lo puse a dormir en la cuna. Muchas veces él quiere pasarse a nuestra cama antes de quedarse dormido o después de levantarse, y mi esposo me dice que no lo deje. Eso me hace sentir mal porque es mi hijo, pero quiero poder llevarlo por un mejor camino. Tiene mucho apego a mí. Sé que en algo tengo culpa, y creo que también mis padres la tienen porque es único nieto y muchas veces me quitaban la razón delante de él. Quisiera tener su respeto, pero no sé qué debo hacer para lograrlo.
Lo ayudas a crecer cuando le creas sus espacios para desarrollar actividades como dormir, jugar o bañarse, aunque inicialmente les resulte difícil a ambos. Los hijos no deben ocupar el lugar del compañero de su mamá, aunque a ella también suele resultarle difícil esa separación psicológica, sobre todo cuando no tiene pareja o esta no marcha bien. Usualmente, quien está ocupando la función de padre ayuda a que dicha separación se efectúe, como en este caso.
Para tomar buenas decisiones sin dejarte manipular, te ayudará buscar orientación cuando tienes dudas (como ahora), observar el desarrollo del niño, darle lugar a tus ideas, rectificar y ser flexible cuando lo creas necesario. Su respeto también se relaciona con el lugar donde te ubiques ante él y los otros; pero de este tema debes hablar más con un especialista. Está claro que dejarte quitar la razón ante él no es lo mejor.
Mariela Rodríguez Méndez. Master en Psicología Clínica y psicoanalista
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