A.D.: Nunca he consultado a un psicólogo ni he podido hablar con nadie porque me da miedo y pena que alguien más sepa. Cuando chiquita abusaron de mí. Lo recuerdo como si me hubiera pasado ayer. Me da miedo empezar una relación solo porque tienen que tocarme. Pienso en aquellas manos sucias y no lo soporto. A medida que he ido creciendo las cosas han empeorado. Soy muy reservada y no me abro tan fácilmente. Los novios que he tenido me han dicho fría, que no me dejo querer y esas cosas. Solo tuve relaciones sexuales con un muchacho y fue una sola vez. Tengo 19 años.
Comienzas a hablar con esta carta. Ella nos indica que estas apta para romper las barreras del silencio. Y es muy bueno porque necesitas hablar con alguien capaz de ayudarte. Sería muy útil que consultes a un psicólogo personalmente.
En la adolescencia, con el despertar erótico, se reviven recuerdos sexuales infantiles que, incluso, adquieren nuevos significados para nosotros. No es extraño lo que te sucede. Pero no tiene que ser así el futuro.
Es hora de superar este deseo de olvidar para analizar lo sucedido y superarlo. Hablar de ello será una oportunidad para saber más de ti.
Desafortunadamente, los abusadores sexuales eligen a los más vulnerables. Por suerte, no eres ya aquella niña. Diste un paso más hacia la adultez.
Tuviste relaciones sexuales, de las cuales solo destacas su carácter de únicas (solo un novio y una vez). Sería bueno ahondar más en la que también es tu primera experiencia íntima.
Ahora quieres huellas en tu cuerpo unidas a afectos dignos de recordar. Es posible, pero debes asumir el riesgo de saber de ti.
Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/sida, psicoanalista
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