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Resiliencia: capacidad humana de reconstruirse ante los embates de la vida

Buen humor y coraje son parte de esos ingredientes que definen al pueblo cubano, resiliente por naturaleza y por historia, y nos ayudan a encarar cada desafío  Pregunte sin pena Sabías que...

Autor:

Mileyda Menéndez Dávila
Existen únicamente dos maneras de vivir la vida.Una es como si nada fuese milagro. La otra, como si todo lo fuese.Albert Einstein

A mi correo llegan numerosos mensajes de personas que no saben cómo enfrentar los cambios en sus vidas: un amor que termina, la pérdida de un familiar muy cercano, un embarazo inesperado, la traición de un amigo, una enfermedad que creían eludir con un simple cruzar de dedos cada noche...

Al no saber qué hacer, abren las puertas de sus miedos y por estas entran —como decía la dulce Loynaz—todo tipo de disparates: rencores, incertidumbres, dolor, impotencia.

¿Cómo vivir sin que la herida sangre cada vez que tropezamos con la persona que nos decepcionó? ¿Cómo superar la saudade? ¿Cómo dar el frente a quienes nos recuerdan la dicha perdida o la vergüenza de nuestros errores?

En momentos así ha de brotar una cualidad imprescindible en todas las etapas vitales de cualquier ser humano, pero sobre todo en los primeros años, cuando se modela nuestra personalidad: la resiliencia.

El sitio argentino Construyamos salud define a las personas resilientes como aquellas capaces de aprovechar los embates de la vida para reconstruirse cada vez con más fuerza y salir airosas de cualquier trance usando sus recursos internos. Son seres capaces de reaccionar y recuperarse sustentados en la interacción con otras personas y con el entorno, hasta lograr un proceso de adaptación exitosa y de transformación positiva, a pesar de los riesgos.

El término «resiliencia» fue acuñado por la Psicología desde el siglo pasado, pero aún mucha gente se sorprende al escucharlo. Incluso hay quienes asumen que se nace —o no— resiliente, y no hay nada que hacer para alcanzar tal estado de gracia.

Pues no es así. Esta es una virtud que se cultiva, como la autoestima, la asertividad, la compasión, la empatía y tantos otros sentimientos y recursos que nos ayudan a ser mejores a extremos que a veces ni nosotros mismos hubiéramos sospechado.

No hay mal que dure cien años

La resiliencia es una capacidad presente en las distintas comunidades, etnias y culturas a lo largo de todos los tiempos, pero con rasgos particulares de acuerdo al contexto, precisa el sitio Construyamos salud. El común denominador en todos los casos es la facultad humana de acudir a tres pilares básicos para superar las crisis.

El primero es la capacidad de juego, que incluye el sentido del humor, la creatividad, la multiplicación de intereses personales, la imaginación y las creencias positivas. Todo eso ayuda a no dramatizar en exceso y a conjurar nuestros temores de tal modo que no nos paralicen en la búsqueda de una solución realista a cada conflicto.

El segundo pilar es la capacidad de encarar las situaciones con un sentimiento de esperanza. Para ello nada mejor que un buen confidente en quien depositar nuestros sueños, afectos y admiración. Alguien que nos estimule y sirva de brújula si nos vemos perdidos. Que atesore el mapa de nuestras ilusiones y defectos y no dude en usarlo a nuestro favor.

El tercero es el autosostén, ese mensaje que cada cual tiene para sí en el peor de los momentos. Ese ajuste de cuentas con el espejo, que puede empezar con un reproche, pero debe terminar invariablemente con un «me quiero, confío en mí, puedo pedir ayuda y me sostendré en la vida pase lo que pase».

Mañana será otro día

La Doctora Elsa Gutiérrez, experta y apasionada en esta materia, afirma que el pueblo cubano es resiliente por naturaleza y por historia: buen humor y coraje son parte de esos ingredientes que nos definen y nos ayudan a encarar cada desafío, desde un conflicto social hasta las temidas «calabazas» que puede recibir un alma enamorada.

Desde la niñez se van creando las pautas para ejercer esta cualidad, acrisolada en la adolescencia y la juventud si se ha tenido una buena educación, y luego puesta a prueba hasta el último gesto vital de todo ser humano.

El adolescente Martí es un paradigma de actitud resiliente en todos los sentidos, afirma la Doctora Gutiérrez. Cada obstáculo en su vida lo convirtió en amor, lo llevó a versos, lo impulsó a ser mejor hijo —de Cuba y de su propia familia—, mejor amigo y amante, incluso ejemplo de buen padre para toda la infancia en América.

«Es estéril la cosecha; pero sembrando bien, al menos se recogen corazones», escribía Martí a su hermano de lucha Manuel Mercado en julio de 1878.

¿Cuántas veces hemos sentido esa esterilidad que describe el Apóstol en nuestros actos hacia otras personas, tareas o propósitos?

Pero también, ¿en cuántas hemos logrado levantarnos para mirar de frente a la vida y descubrir, con la dura lección, una fuerza insospechada en nuestro interior, y hasta algún que otro corazón amigo que nos hizo más leve la caída?

Personalidad resiliente

• Aspiración por lograr propósitos y metas.

• Autosuficiencia.

• Creatividad.

• Cualidades de liderazgo y motivación.

• Disposición para el trabajo colectivo.

• Empatía social.

• Habilidad para competir y resolver problemas.

• Optimismo.

• Responsabilidad.

• Sentido del humor.

• Autocrítico.

• Motivación para vivir.

Diez consejos

• Establezca relaciones.

• Evite ver las crisis como obstáculos insuperables.

• Acepte que el cambio es parte de la vida.

• Muévase hacia sus metas.

• Lleve a cabo acciones decisivas.

• Busque oportunidades para descubrirse a sí mismo.

• Cultive una visión positiva de sí mismo.

• Mantenga las cosas en perspectiva.

• Nunca pierda la esperanza.

• Cuide de sí mismo.

Pregunte sin pena

Y.E.: Me considero homosexual. Mi familia me acepta. Tengo una relación desde hace un año y pico con un muchacho maravilloso, aunque un poco celoso. Pero yo tengo deseos de estar solo. No me considero promiscuo. Es que a veces creo que estoy dejando mi juventud pasar. Quisiera romper un poco la rutina de mi vida. Siento que estoy dando demasiado de mí. Por otro lado, creo que aún no me han dejado de gustar las mujeres, aunque hace ya varios años no tengo relación con ninguna. Lo que más me frena son los problemas que pueden venir, ya que casi toda la sociedad sabe que soy gay. También tengo miedo por mi lado homosexual; no me gustaría engañar a nadie. ¿Qué hago? ¿Me estaré volviendo loco? ¿O es que soy la persona más complicada del mundo? Tengo 22 años.

Antes de decidir debes estar claro de la causa de tu incertidumbre actual. No se trata solo de descubrir qué deseas verdaderamente, sino aquello que lo causa. No temas acudir personalmente a un psicólogo para aclarar tus ideas. Suele ser necesario cuando se está tan confundido.

Hasta ahora parecías convencido de lo que querías. Te enfrentaste a todos con «tu verdad», pero cuando te acercas a la satisfacción que creías desear, lo cuestionas todo.

Mencionas como elementos discordantes los celos de tu compañero, la sensación de llevar una vida rutinaria, y la vivencia de dar demasiado. Todos meritan un análisis detenido.

Quizá te invade el miedo a dejar de vivir la otra parte que no eliges. Tal vez no quieres tanto aquello que alguna vez creíste desear. De cualquier modo, me parece importante rescatar tus dudas respecto al futuro.

No tienes que seguir con tu pareja solo porque sea maravilloso, ni renunciar a las mujeres porque antes hayas estado con hombres. Sin embargo, no pareces esclarecido del rumbo que quieres tomar.

No se trata de que seas la persona más complicada del mundo. Es posible que la obra más complicada de cada ser humano sea forjarse un destino donde pueda ser fiel a sí mismo saboreando el inquietante placer de la vida.

Mariela Rodríguez Méndez, máster en Psicología Clínica, consejera en ITS y VIH/sida y psicoanalista

Sabías que...

Nacen más en Cienfuegos

Pese a ser considerada hasta 2007 como la provincia de Cuba con menor índice de natalidad, Cienfuegos incrementó estos parámetros al cerrar el pasado año con 4 340 nacimientos, cerca de 300 más en relación con el año precedente. En este inicio de 2009 también se mantiene el retroceso en esa tendencia al decrecimiento en un territorio que poseía también en su contra una alta tasa de embarazos ectópicos, agente importante de la infertilidad femenina a largo plazo.

Como en otras provincias, las mujeres cienfuegueras habían disminuido progresivamente su ritmo de concepción en las últimas décadas hasta perderse la capacidad de reemplazo (al menos una hija por mujer), lo que unido a una mayor longevidad de nuestra población y al aumento de las migraciones originó un rápido envejecimiento demográfico de la región. Pese al avance reportado, especialistas sostuvieron que solo se trata de un paso adelante en el prolongado camino que significa atenuar el envejecimiento a nivel de país, un fenómeno típico de naciones desarrolladas. (texto y foto: Julio Martínez Molina)

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