Sin mucho ruido, solo con el zumbido de las computadoras, un software parece convertirse en uno de los perseguidores más fuertes de la COVID-19 en Cuba
CIEGO DE ÁVILA.— Cuando le preguntaron por las ventajas, Lisander Balmaceda Gómez, especialista en Comunicaciones de la Dirección Provincial de Salud, abrió los brazos: «¡Oiga! Te quitas cantidad de dolores de cabeza».
A unos pasos de él, Roberto Miguel Prado Pérez, estudiante de primer año de Medicina, mueve la mano derecha como si rociara la ropa con agua y dice: «Usted no se imagina el alivio».
En la mente de ambos persiste una jornada en la que se debieron montar en computadora 800 encuestas para PCR de una brigada de trabajadores del polo turístico Jardines del Rey: «Había que hacerlo en una noche —cuenta Lisander—. Al día siguiente debía entrar otra brigada a los hoteles. Si los datos del primer grupo no estaban procesados, el segundo no podía pasar y entonces no habría nadie para atender a los turistas».
Aquello se convirtió en un calvario por el trabajo contra el reloj, por los trazos en ocasiones indescifrables y por los números que se confundían con el cansancio de la vista.
Ahora, dicen, al menos tienen esta otra posibilidad, la de encuestar a una persona e introducir los datos en un dispositivo móvil para que esa información se suba a un programa que lo hará casi todo en tiempo real: sacar estadísticas, dar seguimiento a las pruebas y sus resultados, hacer estimados de contagio y hasta de los posibles caminos que podrá tomar el maldito virus de la COVID-19.
«Es un programa creado por la Empresa Geocuba y diseñado para actuar en situaciones de emergencia sanitaria. Su nombre es Andariego —explica el máster Duniesky Dorta Pina, jefe del Departamento de Desarrollo de Software de la Dirección de Informatización de la Universidad de Ciego de Ávila (Unica) Máximo Gómez Báez.
Duniesky Dorta Pina (izquierda) e Iraídes Ceballo Suárez coordinaron la implementación de Andariego en Ciego de Ávila. Fotos: Luis Raúl Vázquez Muñoz
«Su aplicación se impulsó con el inicio del actual rebrote, cuando el Consejo de Defensa Provincial (CDP) solicitó respaldar con ciencia las acciones para frenar la expansión del contagio. Un pedido fue crear una aplicación que ayudara a gestionar las informaciones. Pero ese programa ya existía, había tenido cierto uso durante el rebrote de septiembre y es muy bueno. Solo había que potenciarlo».
Bajo la coordinación del Grupo de Informática y Comunicaciones del CDP, se unieron la Unica, los Joven Club de Computación y Electrónica, Etecsa, la Dirección Provincial de Salud y otros organismos para crear la infraestructura en los municipios y asegurar el funcionamiento de Andariego.
«Hablamos de que se subió la velocidad de conexión de internet, se activaron áreas wifi y se entregaron dispositivos móviles al personal que hace el trabajo de campo —señala el ingeniero Iraídes Ceballo Suárez, jefe del Departamento de Informática y Comunicaciones en la Dirección Provincial de Salud.
«Con esa infraestructura el programa puede caminar y desde cada institución médica gestionar los recursos y las acciones epidemiológicas, porque, sencillamente, ahora se puede tener una buena cantidad de información a la mano sin salir de la oficina».
Andariego se activa cuando a un paciente se le hace el PCR. A partir de ese silbato de arrancada, los datos se despliegan en varias opciones. Tal pareciera que el software se convirtiera en el ojo de un Gran Hermano que, a diferencia del personaje de la novela 1984, del escritor británico George Orwell, no limita la felicidad, sino que le abre paso a la vida.
A través de sus opciones se pueden conocer las estadísticas de la epidemia, tanto de la provincia como de las áreas de Salud. También permite seguir la evolución de las pruebas de PCR: al consultar la base de datos, los especialistas de los centros de aislamiento pueden conocer el resultado a medida que el laboratorio en el Hospital Provincial Roberto Rodríguez los ingresa al sistema, y a partir de esa información gestionar las altas o el traslado de los negativos.
Otra bondad de Andariego es que crea la «araña» epidemiológica a partir de los contactos y brinda información sobre la calidad de la encuesta. Gracias a él, en la pantalla de la computadora se aprecia dónde se encuentran las ambulancias por la información del GPS y cuántas camas se encuentran disponibles en los centros de aislamiento.
Además, es capaz de crear una serie de gráficos y ubicar el comportamiento de la pandemia en mapas interactivos. Y otra ventaja es que Andariego funciona sobre un algoritmo inteligente, que permite hacer una predicción de escenarios en una zona, proyectar niveles de pronósticos y hacer propuestas de acciones.
Esto lo apreciamos en el terreno. Los informáticos mostraron varias áreas sombreadas en rojo por el programa sobre un mapa de la ciudad de Morón. Una de ellas pertenecía al área sur, donde los resultados del laboratorio acababan de confirmar a una paciente.
Al manejar el número de positivos, su cercanía en la zona de residencia y los niveles de contactos, Andariego hizo un estimado de contagio en un área de 65 manzanas donde habitan más de 6 000 personas, señaló el radio de posible infección y propuso crear un área de cuarentena con sus límites y medidas de acción.
«Para nosotros ha sido una ayuda tremenda —expresa la doctora Diamnys Rosa de León, directora del Área de Salud en la comunidad de Ceballos, en el municipio de Ciego de Ávila—. Gracias al software hemos controlado mejor las acciones y con mucha rapidez. Cuando esto pase, tenemos algunas ideas para usarlo en el Programa Materno Infantil y el control del dengue».
Iraídes señala que Andariego puede ser un fuerte instrumento de control epidemiológico. «Desde ese lado —aclara— se convierte en un guardián porque ayuda a saber cuándo los protocolos se cumplieron y quién se equivocó».
Duniesky, por su parte, asegura que lo más importante es acelerar el cambio de pensamiento. En su opinión, el principal obstáculo de Andariego se encuentra en transformar una mentalidad todavía aferrada al papel y al uso de los correos electrónicos.
«A veces llegamos a un lugar —cuenta— y encontramos el programa en la computadora y los datos de la COVID-19 anotados en una pizarra. Nosotros sonreímos: ¿para qué usan la pizarra si Andariego está dando esa misma información en tiempo real?
«El programa parece mágico y no lo es. Ha demostrado una efectividad muy grande en la vida real y en situaciones de contingencias muy duras, como esta que vivimos. Pero hay que conocerlo y, sobre todo, vincularlo al trabajo cotidiano. Lo otro importante con él es la calidad de la información. Eso no puede fallar. Andariego es un central, y como todos los centrales, mientras más “caña” le des y de mayor calidad, mejor él te va a responder».