Entre alcoholímetros y cajas negras, no son pocos los esfuerzos que se realizan para hacer a los autos más seguros, especialmente a partir de la introducción de nuevas tecnologías
Más de 1 350 000 personas mueren anualmente como consecuencia de accidentes del tránsito, aseguran cifras de la Organización Mundial de la Salud. El vehículo motorizado, uno de los inventos que más ha contribuido al desarrollo moderno, entraña también el riesgo de ser una máquina de matar. En realidad, la culpa no es del equipo en sí mismo en la mayoría de los casos, sino de quienes lo operan: los seres humanos.
Motivados por esta cuestión, no son pocos los esfuerzos que se realizan para hacer a los autos más seguros, especialmente a partir de la introducción de nuevas tecnologías. Por un lado, el naciente mercado de autos sin conductor humano es un campo que promete inteligencia artificial a cambio de una supuesta mayor confiabilidad en las vías. Pero también hay iniciativas en las que, si bien el hombre se mantiene al volante, se buscan condiciones de más seguridad.
En Europa, por ejemplo, ya fue anunciado un ambicioso proyecto que pretende introducir en los autos nuevas medidas de seguridad hasta ahora inéditas.
Miembros del Comité de Mercado Interno y Protección al Consumidor de la Comisión Europea votarán el próximo 19 de abril para confirmar si avanza una iniciativa que pretende, entre otras cuestiones, hacer obligatorio para 2022 que los autos tengan instalado de fábrica una caja negra, un alcoholímetro y un asistente inteligente de control de velocidad.
Las medidas se inscriben dentro de un programa llamado Europa en movimiento, publicado en la web de la Comisión Europea, y buscan salvar unas 7 300 vidas y evitar 38 900 lesiones graves entre 2020 y 2030 en el Viejo Continente, según las estimaciones. El objetivo a largo plazo es todavía más ambicioso: para 2050 se deberían haber reducido a cero las muertes y lesiones graves en la carretera.
Lograr tal propósito pasa para una revisión del Reglamento General de Seguridad de la mencionada Comisión, que hoy contiene hasta 15 sistemas diferentes dedicados a la seguridad de los conductores.
De forma general, el programa prevé los siguientes cambios en los autos:
En el caso de la caja negra, tal y como sucede en los aviones, esta registrará los eventos para ayudar a determinar las causas de un posible accidente. Los más escépticos, sin embargo, cuestionan qué tan invasivo sería un dispositivo como este, capaz de grabar voces y quizá transmitir esos datos a terceros.
Igual de relevante resulta el sistema de asistencia inteligente de velocidad, que se encargará de avisar a los conductores si superan la velocidad permitida en un tramo de carretera. Este sistema se basará en la señal GPS y el reconocimiento mediante cámaras de señales de tráfico, y el objetivo es asegurar que sean respetados los límites de velocidad. De hecho, la Comisión Europea quería ir más allá y obligar a los fabricantes a que los autos frenasen de forma automática al traspasar esos límites, pero la idea no prosperó.
Otra medida de seguridad importante será la instalación de un dispositivo que mida el nivel etílico del conductor. Si este está por encima del nivel permitido el auto no arrancaría, y mientras no sople en el aparato, tampoco se pondrá en marcha.
Entre la batería de sistemas de seguridad que la Comisión Europea quiere que sean obligatorias se encuentra además un sistema digital que monitorea la presión de los neumáticos (obligatorio para furgonetas, camiones y autobuses) y un cristal de seguridad para proteger a ciclistas y peatones.
La compañía sueca Volvo Cars, por su parte, no esperará a lo que decida la Comisión Europea sobre los límites de velocidad. De acuerdo con un reportaje de Forbes, Volvo limitará la velocidad máxima de todos sus vehículos nuevos a 180 kilómetros por hora a partir de 2020.
En una campaña llamada Visión 2020, Volvo indica que busca reducir las muertes o heridas en un accidente.
El cambio se implementará globalmente a partir del segundo trimestre del próximo año en los vehículos planeados para el año 2021, y no será posible desactivar esta funcionalidad.
Además de limitar las velocidades máximas, la compañía también investiga cómo una combinación de control de velocidad inteligente y tecnología de geolocalización podría restringir automáticamente las velocidades en áreas donde hay escuelas y hospitales, en un futuro, de acuerdo con un reporte de Motor Pasión.
La compañía indicó en un comunicado que limitar la velocidad máxima de sus vehículos no es la cura definitiva ante los peligros que entraña la conducción, pero sí un importante avance para frenar la mortalidad por exceso de velocidad.
El fabricante considera que el problema con el exceso de velocidad es que por encima de ciertas marcas los asistentes de seguridad y el diseño de infraestructura inteligente ya no son suficientes para evitar lesiones graves y muertes en caso de accidente.
Esta reforma del Reglamento de Seguridad General propuesta para la Unión Europea, si supera la fase de votaciones, entrará luego en otro estado de «filtros», como el Parlamento Europeo y los pareceres de las naciones que lo componen.
Por el momento, otras medidas vienen en camino. Un total de 40 países entre la Unión Europea y Japón acordaron que los autos nuevos y los vehículos comerciales ligeros lleven incorporado de serie el sistema de frenado automático de emergencia, desde principios del próximo año en el país asiático y desde 2022 en Europa.
Entretanto, Estados Unidos, China y la India se quedan fuera de este nuevo reglamento, que se aplicará a bajas velocidades: 60 kilómetros por hora o menos. Solo afectará a los vehículos nuevos vendidos en los países signatarios, por lo que no implica que los usuarios tengan que adaptar sus autos.
La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de la Organización de Naciones Unidas ha fijado una meta ambiciosa con respecto a la seguridad vial, consistente en reducir a la mitad, para 2020, el número de defunciones y lesiones por accidentes de tránsito en todo el mundo. Estas son algunas de las consecuencias de las colisiones vehiculares: