Los pagos electrónicos, incluso utilizando teléfonos celulares, comienzan a extenderse por todo el mundo como una herramienta muy eficaz
Imagine llegar a una tienda y pagar solo sacando su celular. Olvídese si tienen cambio, si se dejó el dinero en la casa, o simplemente sumar mentalmente cuánto le cuesta la compra, porque todo eso lo haría el teléfono «inteligente».
Esta realidad, que aún está muy lejos del desarrollo de los sistemas de pago en Cuba, se está imponiendo rápidamente en el mundo, al punto de que durante la presentación de la próxima generación de celulares iPhone, tan populares en el mundo, se espera que uno de sus platos fuertes sea la incorporación del llamado «monedero móvil».
Según fuentes no confirmadas por la compañía Apple, productora del artilugio, el iPhone 6 permitirá a sus dueños hacer pagos seguros en una tienda simplemente tocando la pantalla, reveló en un reportaje la agencia especializada en noticias de tecnología Bloomberg.
La nueva modalidad de compras se viene «cocinando» desde hace rato a través de un acuerdo secreto que involucraría a compañías como Apple, Visa, MasterCard y American Express, entre otras.
Se trata en esencia de incluir un chip especial de comunicación, junto con un lector de reconocimiento dactilar que ya estaba presente en el último teléfono iPhone, lo que permitiría autentificar la validez de los pagos, los cuales serían descontados de los saldos en las diferentes tarjetas de crédito del usuario.
Esa tecnología estaría emparentada con otra ya aplicada en algunos celulares inteligentes, conocida como NFC (siglas en inglés de Near Field Comunications o comunicación segura de corto alcance) que permite a un iPhone conectarse de forma inalámbrica con otros dispositivos cercanos simplemente tocando la pantalla.
De esa forma, el teléfono podría enlazarse a cajeros automáticos, post de pagos de las tiendas e incluso computadoras ubicadas en bancos, para así efectuar transacciones monetarias.
Ya hace un par de años la empresa de tarjetas de crédito Visa y la productora de móviles de tercera generación Samsung se aliaron para acelerar la disponibilidad de pagos con teléfonos móviles en todo el mundo.
Según el acuerdo, las instituciones financieras pueden ofrecer a sus clientes el Servicio de Aprovisionamiento Móvil de Visa para descargar información de la cuenta de pago a los teléfonos Samsung habilitados con la tecnología NFC.
A su vez, Samsung ha ido incluyendo en sus teléfonos con NFC la aplicación Visa payWave, que permite pagar sin contacto directo con un cajero.
Ya en Brasil, por ejemplo, existen unos 270 000 puntos de venta con esa tecnología y se procura extenderla también a consumidores de otros países del continente, según declaró a la prensa el director regional de pagos móviles de Visa para América Latina, Rodrigo Meirelles.
No obstante, quizá la experiencia más extendida sea la aplicada en Estados Unidos por la cadena de cafeterías Starbucks, que desde 2011 ha visto cómo crece el público dispuesto a pagar su café diario por medio de esta vía.
Luego de investigar a sus clientes, la cadena descubrió que más de un tercio eran propietarios de un smartphone o teléfono inteligente, el cual además suelen usar activamente mientras hacen la cola para comprar un café.
Por ello creó una aplicación móvil con la que pueden comprar el café más rápidamente y con menos complicaciones, además de sumar puntos para su plan de beneficios de la marca.
A la hora de pagar, el cliente solo debe mostrar al cajero un código de barras en su celular, el cual es leído por un lector, y se le descuenta el dinero de la tarjeta de Starbucks o de cualquier otra tarjeta de crédito habilitada por ellos en el móvil.
Otro que se ha sumado con mucha fuerza a los pagos con móviles es Google, el cual ha desarrollado su Google Wallet (disponible para Estados Unidos y Canadá), muy similar a los sistemas anteriores, aunque este le pide al usuario teclear un código PIN antes del pago, para autentificar con seguridad la compra.
Si los pagos con teléfonos móviles inteligentes son tan fáciles, entonces por qué no se han popularizado tan rápidamente en el mundo.
El principal obstáculo para su diseminación hasta ahora es que la mayoría de los smartphones no incluyen la tecnología NFC, si bien esta ha comenzado a popularizarse a partir del lanzamiento de los dos últimos Samsung Galaxy, y como ya se dijo al principio todo indica que también entrará a los iPhone nuevos que se presenten a partir de ahora.
Pero en el mundo de los móviles ya existen varias aplicaciones como LevelUP, Uber, Tabbedout y Squareque, que proveen a los comercios de Estados Unidos de una interfaz de pago, la cual permite a sus clientes comprar con celular debitando el dinero de una tarjeta.
Con Square, por ejemplo, solo hay que ingresar a la aplicación, asociarla con una tarjeta de crédito y subir una foto del cliente, que luego es usada por el cajero para confirmar que el cliente es quien dice ser a través de la foto.
Quizá el más popular de los servicios de billetera móvil actuales es Paypal, el cual permite, además de pagar, enviar dinero sin costo desde su sitio web para celulares a cualquier persona, incluso a través de su correo electrónico, solo con tener una cuenta asociada a una tarjeta de crédito.
Aunque muchos puedan creer que los sistemas de pago asociados a los móviles son exclusivos de los países más desarrollados, o solo están reservados para aquellos usuarios que posean un superteléfono, la realidad de otros países que han encontrado soluciones propias demuestra que no es así.
En la India o China, por ejemplo, se han desarrollado herramientas que permiten realizar transacciones bancarias y pagos de todo tipo usando los teléfonos más sencillos, simplemente mediante los SMS o Mensajes Cortos de Texto.
Una encuesta realizada por GSMA, una organización internacional de operadores móviles y compañías relacionadas, reveló que 30 millones de usuarios de mercados emergentes, en particular de América Latina, Asia y África, usan activamente servicios de pago vía celular.
Solo en junio de este año, por ejemplo, se realizaron 224 millones de transacciones vía celulares, la mayoría usando tecnologías tradicionales como los mensajes de texto, pues mediante estos el pago es descontado del saldo del usuario.
En esencia, se trata de algo muy simple, que solo requiere establecer los adecuados mecanismos de coordinación entre bancos y operadores móviles, ya que el cliente de estos últimos siempre deberá depositar dinero para usar su móvil, el mismo que podría utilizar para pagar enviando un SMS desde su número para saldar determinado servicio o compra.
Probablemente esta no sea la solución tecnológica más avanzada, pero es aplicable en aras de facilitar la gestión, hacer más segura cualquier transacción e incluso disminuir los costos de operaciones de bancos y cobradores de servicios básicos, como electricidad, agua y la misma telefonía fija, por ejemplo.
Lo que sí es cierto es que podría ser también aplicada con eficacia en un país como Cuba, donde los pagos electrónicos, incluso con tarjetas magnéticas, apenas comienzan a dar sus primeros pasos, y todo demuestra que pueden ser una herramienta muy útil para contribuir a la tan ansiada eficiencia de la economía.