Un estudio reciente señala que la falta de vitamina D podría ser la causa de ese sueño persistente que agobia durante el día sin explicación aparente. Incluye recomendaciones para producir cantidades saludables de vitamina D
Un estudio reciente publicado en la revista Journal of Clinical Sleep Medicine señala que la falta de vitamina D podría ser la causa de ese sueño persistente que agobia durante el día sin explicación aparente.
En la pesquisa se observó una relación directa entre la falta de vitamina D y la somnolencia diurna, según la Escala de Somnolencia referida para la investigación.
Según refieren las notas revisadas, este déficit también puede sumarse en la somnolencia diurna a un reflejo de la falta o de una mala calidad de sueño nocturno, e incluso, en ciertos casos, de un problema neurológico.
Aunque la depresión, ansiedad, estrés y el aburrimiento pueden incrementarla, estas afecciones causan en particular más fatiga y apatía.
La vitamina D se encuentra en huevos, leche fortificada y algunos pescados, pero puede ser casi imposible obtener suficiente vitamina D solo de una dieta.
Los estudios señalan que a través de los alimentos apenas logramos entre un diez y un 15 por ciento de la cantidad necesaria.
Como solución, o ayuda, los científicos de la Universidad de Manchester, Inglaterra, aconsejan tomar un poco de sol, pues la radiación solar es la principal fuente de producción de vitamina D y no solo combate la somnolencia diurna, sino que reduce los síntomas de la depresión, fortalece los músculos, ayuda a absorber el calcio y reduce la probabilidad de padecer asma.
Exponer tus brazos, piernas o cara al sol por tan poco como diez minutos por día, o 30 minutos dos veces por semana, le dará a tu cuerpo tiempo suficiente para producir cantidades saludables de vitamina D.
La vitamina D permite absorber calcio, magnesio y fósforo en el intestino; aumentar la mineralización ósea y la producción de hormonas e influye en la actividad muscular, cardíaca, y gastrointestinal.